Si había tres pilotos favoritos al triunfo cuando comenzó el Dakar 2025 eran Al Attiyah, Carlos Sainz y Sebastien Loeb. El príncipe qatarí ha ganado cinco veces esta carrera; el español se ha coronado en cuatro ocasiones, y el francés es uno de esos campeones al que el desierto les ha dado la espalda hasta ahora. Por eso, cuando Nasser se enteró de los abandonos de sus dos grandes rivales no pudo evitar sonreír, aunque no se alegrara porque es un competidor de lo más deportivo. Pero por dentro sabía que había llegado su momento que, sin ellos, todo era más sencillo, y que aunque Lategan, el local Al Rajhi y Ekstrom estaban por delante, él podía hacer valer su gran experiencia en la navegación entre dunas.
Y precisamente eso es lo que intentó en la etapa de ayer, justo antes de la jornada de descanso, dar un golpe de mano en el desierto y cogiendo por fin las riendas de una carrera en la que ya se ha coronado con tres coches diferentes. Ahora está estrenando el proyecto de Dacia en el Dakar, y busca también hacer ganador a un coche que debuta en el raid más duro del mundo.
Camino de Hail dio una lección de pilotaje al ataque y según iba cruzando los puntos de paso aumentaba su ventaja con respecto al resto. Le metía tiempo a todos los demás y cuando llegó a meta pensó que había ganado la etapa. Aventajó en diez minutos a Seth Quintero, y creía que había conseguido uno de sus objetivos: ser el único en ganar al menos una etapa en dieciocho Dakares consecutivos. Pero resulta que nadie escapa a la FIA y sus comisarios técnicos, ni siquiera la realeza qatarí, así que le sancionaron precisamente con diez minutos por no quedarse sin rueda de repuesto.
La FIA y sus estrictos «agentes» ya mandaron para casa a Carlos Sainz, Loeb y Laia Sanz por unos milímetros de desviación de las barras de protección de sus coches, y ayer fue la rueda de repuesto la que condenó a Al Attiyah, que no pudo llegar al descanso tan cerca del liderato como quería. Se quedó sin victoria de etapa y en la general sigue cuarto a 35 minutos del líder, que sigue siendo Lategan.
El qatarí todavía está muy vivo, pero los jueces frenaron esa remontada que está buscando y que no termina de encontrar.
