Nueva York. El fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, instó este jueves al Tribunal Supremo de Estados Unidos a rechazar la solicitud del presidente electo Donald Trump para suspender el anuncio de la sentencia en el único caso que lo ha llevado al banquillo de los acusados.
El juez Juan Merchán tiene previsto anunciar este viernes la sentencia contra Trump, declarado culpable en mayo por un jurado en el Tribunal de Distrito de Nueva York de 34 cargos de falsificación contable. Los cargos están relacionados con el pago de $130.000 a la exactriz de cine para adultos Stormy Daniels, a cambio de su silencio sobre una supuesta relación extramarital que Trump niega haber tenido.
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Trump, de 78 años, quien asumirá la presidencia el próximo 20 de enero, presentó el miércoles un recurso de urgencia ante el Tribunal Supremo para intentar suspender la sentencia. Esto ocurrió después de que un tribunal de apelaciones de Nueva York desestimara su petición para sobreseer el caso y detener el proceso.
Los abogados de Trump argumentan que la inmunidad presidencial debería extenderse al presidente electo, y sostienen que suspender el caso es crucial para proteger la institución de la presidencia y las operaciones del gobierno federal. “Este Tribunal debe dictar una suspensión inmediata para evitar una grave injusticia”, aseguraron en su presentación.
Sin embargo, Alvin Bragg rechazó estos argumentos, señalando que Trump era un ciudadano privado cuando fue acusado, juzgado y condenado. Bragg también argumentó que el Tribunal Supremo no tiene jurisdicción para intervenir en un proceso penal estatal y calificó la solicitud como un “paso extraordinario” que carece de fundamento legal.
El juez Merchán ya adelantó que la sentencia no incluirá pena de cárcel ni libertad condicional, a pesar de que Trump enfrentaba potencialmente hasta cuatro años de prisión. En su lugar, el juez está dispuesto a otorgarle una exoneración incondicional.
No obstante, la sentencia supondría que Trump asuma la presidencia como el primer mandatario convicto por la justicia penal en la historia de Estados Unidos. Este caso es el único de los cuatro procesos judiciales en los que estaba inculpado que lo ha llevado a enfrentar un juicio formal.
