Las entrevistas de trabajo son, uno de los momentos más importantes y a la vez más estresantes en la vida profesional. Muchas veces, los candidatos llegan llenos de nervios, preocupados por dar la mejor impresión, responder correctamente y demostrar que son la elección ideal para el puesto. Este nerviosismo es completamente normal, ya que enfrentarse a preguntas inesperadas o situaciones imprevistas puede ser desafiante.
Sin embargo, lo que muchos no saben es que, además de evaluar las habilidades técnicas y experiencia, algunos reclutadores utilizan estrategias sutiles para analizar el comportamiento de los candidatos. Una de estas tácticas, aparentemente sencilla, es el llamado "test del vaso de agua", que puede revelar aspectos importantes sobre la personalidad y la capacidad de adaptación de un aspirante.
Este método consiste en colocar un vaso o una jarra de agua sobre la mesa durante la entrevista, aparentemente como un simple gesto de cortesía. Sin embargo, detrás de este pequeño detalle se esconde una estrategia para evaluar la manera en que el candidato reacciona y maneja situaciones aparentemente triviales.
Un artículo publicado en Reddit relata el caso de un candidato que fue contratado tras haber superado este test sin siquiera saberlo. ¿La clave? Bebió agua "a un ritmo normal", lo cual fue interpretado por el empleador como un signo de confianza y capacidad de adaptación al entorno.
El vaso de agua no está ahí por casualidad: los reclutadores observan si el candidato acepta la oferta implícita de beber, si lo hace de forma educada o si lo rechaza. Además, si decide beber, se analiza cómo lo hace: ¿rápido, despacio o con ansiedad? Estos pequeños detalles pueden dar pistas sobre cómo el candidato se desenvuelve en situaciones de presión o cómo responde a gestos de cortesía en un entorno formal.
Para superar el “test del vaso de agua” con éxito, sigue estos consejos: