Llega el 2025 y muchos ciudadanos comienzan a preguntarse el momento de realizar la declaración de la Renta. Si bien la gran mayoría de las personas estarán obligadas a realizar este procedimiento, existen algunos casos de ciudadanos que no tendrán por qué realizarla.
Esto se produce según la cifra de ingresos del ciudadano. Tras el último incremento del Salario Mínimo Interprofesional en 2024, se produjo un aumento en el mínimo exento para la realización de la Renta. Por ello, todos los contribuyentes que no superen dicho mínimo podrán optar por no presentar este impuesto.
Según ha podido confirmar la propia Agencia Tributaria, para la declaración de la renta de 2024 todos los contribuyentes que tengan ingresos inferiores a 15.876 estarán exentos de realizar la documentación pertinente.
Hay que recordar que este mínimo se establece cuando el ciudadano ha ingresado durante el año nóminas de dos o más pagadores. En el caso de haber tenido un único pagador, el mínimo será de 22.000 euros.
No obstante, el Gobierno aprobó un cambio importante en los requisitos para presentar la declaración de la renta. En el último Consejo de Ministros de 2024, se incrementó de 1.500 a 2.500 euros el límite de los rendimientos íntegros del trabajo procedentes del segundo pagador.
Por ello, los contribuyentes que perciban hasta 22.000 euros anuales y cuenten con más de un pagador, no estarán obligados a declarar, siempre que los ingresos procedentes del segundo y restantes pagadores no superen los 2.500 euros.
No tendrán la misma suerte aquellos ciudadanos que superen estos umbrales, así como aquellos que hayan estado dados de alta como autónomos o las personas que hayan estado cobrando una prestación de desempleo. En estos casos, estarán obligados a presentar la declaración de la renta.
Ante estas condiciones, los principales beneficiados por este umbral son todas aquellas personas que perciben salarios cercanos al SMI, como pueden ser empleados del sector de la restauración o del sector servicios.
Por otro lado, los pensionistas con ingresos bajos también se verán beneficiados, así como los autónomos que no superan dicho límite.
Además, existen otras excepciones para no realizar este procedimiento administrativo. Estos son los siguientes:
Según se establece en la página web de la Agencia Tributaria, los plazos para realizar este procedimiento son los siguientes:
Los contribuyentes deben tener en cuenta que se exponen a sanciones si no cumplen con sus obligaciones tributarias o lo hacen fuera de plazo. La Agencia Tributaria tiene un plazo de cuatro años para revisar el IRPF, por lo que si desde esta próxima campaña hasta 2029 detecta alguna irregularidad, Hacienda le enviará un requerimiento e iniciará un procedimiento sancionador.
