Un reciente estudio revela la preocupante contaminación por microplásticos en alimentos que consumimos a diario. Desde productos básicos hasta comidas rápidas, este hallazgo subraya los riesgos asociados con estas sustancias en la cadena alimentaria.
La investigación, realizada por PlasticList, un grupo dedicado a estudiar el impacto de los plásticos en el medio ambiente y la salud, analizó una amplia gama de alimentos para identificar la presencia de compuestos químicos nocivos. El informe destaca cómo los microplásticos han infiltrado la cadena alimentaria global, lo que podría acarrear serios riesgos para la salud humana.
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Los microplásticos, presentes en el medio ambiente y en los procesos de producción, han encontrado su camino en una variedad de productos alimenticios. Los mariscos, en particular, son uno de los grupos más afectados, ya que están expuestos directamente a partículas plásticas en los océanos. Entre los productos más contaminados se encuentran el salmón ahumado, mejillones, ostras y camarones.
Además, las comidas rápidas y preparadas también presentan niveles preocupantes de contaminación, principalmente debido al contacto con envases plásticos durante su preparación o almacenamiento. Los productos lácteos, especialmente aquellos de bajo contenido de humedad y parcialmente descremados, han mostrado altos niveles de ftalatos, compuestos químicos utilizados para hacer plásticos más flexibles.
"Nos centramos en las sustancias químicas relacionadas con los plásticos a escala molecular; esto es diferente de las pruebas de microplásticos, que son pequeños trozos de plástico que se han desprendido y que las personas a veces ingieren", indica el informe.
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Los expertos advierten que los ftalatos y otros compuestos presentes en los microplásticos pueden actuar como alteradores endocrinos, interfiriendo en la producción y regulación hormonal. Esto podría aumentar el riesgo de padecer obesidad, infertilidad y diabetes, entre otros problemas de salud.
Uno de los hallazgos más inquietantes es que incluso los productos etiquetados como orgánicos no están exentos de contaminación por plásticos, lo que demuestra que el problema de los microplásticos es omnipresente.
A pesar de que las metodologías de prueba pueden variar y los resultados no siempre reflejan la totalidad del problema, los hallazgos ofrecen una visión preocupante sobre el impacto de los microplásticos en nuestra dieta diaria. La creciente preocupación por la contaminación por microplásticos subraya la necesidad de estar alerta y tomar precauciones en nuestra alimentación.
