id Software vuelve a su saga de videojuegos de disparos en primera persona con un giro hacia la fantasía oscura donde las armas gigantes y los demonios se mezclan con dragones y mecas.
¡Dragones! ¡Mecas! ¡Escudos con pinchos! ¡Parrys! Es imposible no ponerse
a tope al volver a ver el tráiler de
Doom: The Dark Ages que se mostró en el Xbox Games Showcase del pasado junio, un anuncio que a pesar de las filtraciones dejó boquiabiertos a muchos. Porque tras revitalizar los
videojuegos de disparos en primera persona en
2016 y
perfeccionar la fórmula en 2020, ese vídeo prometía simultáneamente dos cosas ilusionantes y contrapuestas:
una continuación y una reinvención.
id Software promete que el
shooter que saldrá en
2025 para
PC,
PS5,
Xbox Series y
Game Pass será "como nada que hayas visto antes". Sí, es una frase demasiado manida en la mercadotecnia del videojuego, pero con el historial del estudio es fácil confiar, incluso tomarse la sentencia al pie de la letra.
Una vuelta a DOOM de 1993
Volviendo al tráiler, hay algo más sutil que los dragones y los robots que llama la atención de cualquiera que haya dedicado un buen puñado de horas a los últimos
DOOM.
Las fases (¿quizá el mundo?) son muchísimo más abiertas. Esto nos deja la duda de cómo se mezclará el frenetismo inherente a la saga con espacios que pueden conllevar momentos de desplazamiento más calmados de la cuenta. A la vez, deja la ilusión de comprobar cómo id Software solventará esta situación.
Sin duda, supondrá un cambio de tono. El equipo de desarrollo ya ha dejado alguna pista de a lo que apuntan. Tras la intensidad de las arenas en las que se estructuraba
DOOM (2016) y los estratégicos enfrentamientos superverticales de
DOOM Eternal, id Software dice que
las batallas en esta ocasión están inspiradas en el DOOM original de 1993. Cómo trasladarán eso al 2025 es algo que deseamos comprobar de primera mano.
Aunque ya tenemos una pista de ello: dando más peso al combate a corta distancia. Por supuesto que vuelve la
superescopeta, pero aquí tenemos un
escudo sierra que lanzar cual bumerán para que trocee a los enemigos y que también servirá para protegerse, aturdir, embestir desde las alturas y desviar (
parry) ataques de los adversarios. Eso, junto al
mangual y la
patada, dejan claro que los geniales y polémicos enfrentamientos contra los Marauder en
Doom Eternal son algo en lo que han querido profundizar los de Texas.
Más allá de conocer de conocer a los
nuevos enemigos y descubrir cómo han rediseñado el bestiario clásico, también tenemos curiosidad por ver si continúan, renuevan o revolucionan una de las claves de los dos anteriores juegos. Dos
shooters que se convirtieron en un juego de gestión. En
gestión de la vida y de la munición, motosierra y lanzallamas mediante, que nos obligaba a tomar decisiones en centésimas de segundo para garantizar nuestra supervivencia.
Un disco de heavy metal jugable
No nos olvidamos, claro, de los
dragones, el epítome de
DOOM como versión jugable de una portada de un disco de
heavy metal. Quizá en momentos específicos, a lo mejor cuando nos venga en gana, pero podremos
controlar un mecadragón para sobrevolar el campo de batalla y enfrentarnos a otras bestias aladas. No será la única montura: el
Atlan es un meca "del tamaño de un rascacielos" que promete momentos memorables.
Es curioso cómo se mezcla el medievo y lo robótico,
la fantasía oscura y la ciencia ficción, en un título que, como precuela de los dos anteriores juegos, narrará los
orígenes del DOOM Slayer en un conflicto de "escala cósmica" en el cual, aparentemente, veremos cómo uno de los personajes más icónicos del videojuego rompe las cadenas que aquí lo atan a ser el "superarma de Dioses y Reyes". La historia prometen que será "intensa", algo esperable, pero también usan otro adjetivo que nos despierta más dudas en este contexto:
"Cinematográfico". Veremos.
Lo que seguro que será un gustazo ver es el desempeño de la última versión del motor gráfico de id Software. Recientemente hemos visto este
id Tech actualizado en
Indiana Jones y el gran círculo, donde ha demostrado que equilibra con tino la espectacularidad visual (con trazado de rayos en todas las plataformas y configuraciones) con el buen rendimiento. Aquí, directamente en las manos de sus creadores, puede ir mucho más allá.
Por supuesto que este artículo se ha escrito mientras escuchamos
una de las mejores bandas sonoras de la historia de los videojuegos, y aquí es donde está la, quizá no duda, pero sí interrogante, sobre uno de los pilares de los anteriores
DOOM. Ambos juegos combinan el frenetismo de la partida y el de la música de una manera magistral. Sin embargo,
parece que el compositor Mick Gordon no volverá. Sea como fuera, seguro que
The Dark Ages ofrece, una vez más, y quizá más allá, esa experiencia única de ser un disco de
heavy metal jugable.
