Este miércoles arrancan los actos conmemorativos por el 50º aniversario de la muerte de Francisco Franco. Sin embargo, todas las miradas se dirigieron al Rey Juan Carlos I tras la rueda de prensa del Gobierno, donde su papel fue mencionado tras semanas de debate interno.
Sin embargo, el entorno del Rey emérito mantiene un absoluto hermetismo sobre el tema. Según ha podido saber Confidencial Digital tras consultar a tres periodistas cercanos al monarca, no hay información sobre si aceptará o rechazará la propuesta del Gobierno. Esta falta de respuestas no se limita al entorno de Juan Carlos I. Dos ministros consultados por ECD también han afirmado desconocer si ha habido alguna reacción por parte del exmonarca.
El Gobierno ha dejado en manos de la Casa Real la decisión sobre la participación de Juan Carlos I en los actos conmemorativos, subrayando que cualquier acuerdo será consensuado con Zarzuela.
Aunque Felipe VI no estará presente en la presentación inaugural de este miércoles debido a compromisos de agenda, sí que participará en otros actos, incluyendo uno dedicado a resaltar el papel de la Monarquía en la Transición. Fuentes especializadas resaltan que este evento es un lugar propicio para que participará el rey emérito, en caso de que aceptara.
El ministro Ángel Víctor Torres añadió este martes que "el papel de la Casa Real fue fundamental" en los "primeros años" de la Transición. "Por suerte no quedó todo atado y bien atado y se apostó claramente por una monarquía constitucional", ha comentado.
Torres, que no ha facilitado el coste total de los actos programados por el Gobierno, ha defendido la decisión fijar el inicio de la "celebración de la democracia y la libertad" en el año en la que se cumplen cinco décadas de aquel 20 de noviembre de 1975 en el que falleció quien gobernó España "durante 40 años a golpe de látigo" y después de un "alzamiento militar ilegítimo".
Según informaciones de Confidencial Digital, la invitación a Juan Carlos I ha generado divisiones entre los socios de coalición del Ejecutivo. Mientras que algunos sectores defienden la presencia del emérito como una figura clave en la Transición, otros consideran que podría desviar la atención del verdadero propósito de los actos.
Además, la organización de estos eventos ha coincidido con un aumento en las redes sociales de mensajes reivindicativos hacia el franquismo. El Gobierno ha lanzado una campaña para enfatizar los avances democráticos logrados tras la dictadura, buscando contrarrestar este apoyo.
