Las proyecciones económicas para 2025 en América Latina revelan un panorama contrastante, según el informe más reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). La región se encuentra al límite en sus tasas de crecimiento, afectada por la falta de inversión y los desafíos estructurales.
Con un crecimiento promedio proyectado de 2,4%, la mayoría de los países enfrentan retos como alta informalidad laboral, baja productividad y presiones fiscales. Sin embargo, un país ha logrado destacar y se perfila como líder regional en 2025, sin dejar de resaltar los problemas que enfrenta este sector del continente.
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Según la CEPAL, Guyana encabezará las proyecciones económicas de 2025 con un impresionante crecimiento del 13,6%. Dentro de los países del sur del continente, se rescata Argentina también, cuya proyección asciende al 4,3%.
A diferencia de economías más consolidadas como Brasil, Chile o Argentina, Guyana ha capitalizado su crecimiento sectorial, ya que supo atraer inversión extranjera y fortalecer su posición en mercados globales gracias a los beneficios de las actividades petroleras. Este desempeño lo posiciona como líder de la región.
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La CEPAL estima que las economías de América Latina crecerán un 2,2% en 2024 y un 2,4% en 2025. Estas cifras reflejan una década de estancamiento, con un crecimiento promedio anual de apenas 1% entre 2015 y 2024.
En 2025, América del Sur registraría un crecimiento de 2,6%, mientras que Centroamérica alcanzaría el 2,9%. El Caribe, sin incluir a Guyana, tendría un desempeño similar. Sin embargo, las economías más grandes, como las de Perú, Chile y Argentina, enfrentan desafíos internos que limitan su crecimiento.
De acuerdo con el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2024, los países con mejor desempeño en 2025 son:
En contraste, México, Cuba y Haití muestran los peores desempeños, con cifras de crecimiento del 1,2%, -0,1% y -0,5%, respectivamente.
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La inflación regional mostró una tendencia a la baja desde 2022, cuando alcanzó el 8,2%. En diciembre de 2023, la mediana regional disminuyó al 3,7%, y se proyecta que en 2024 caiga al 3,4%.
Sin embargo, esta cifra aún supera los niveles previos a la pandemia. Muchos bancos centrales en América Latina, incluidos los de Perú, Chile y Argentina, se enfrentan al desafío de mantener sus metas inflacionarias sin afectar el crecimiento.
Uno de los principales problemas en América Latina es la informalidad laboral, que afecta al 46,7% de los trabajadores. Aunque esta tasa se redujo levemente respecto a 2023, persisten dificultades para crear empleos formales y de calidad. Incluso, de acuerdo al reporte de la CEPAL, las economías de la región seguirán "sumidas en una trampa de baja capacidad para crecer", debido a sus tasas bajas de crecimiento y su dependencia del consumo privado.
Además, la creación de empleo apenas crecerá un 1,7% en 2024, según la CEPAL. Este es el porcentaje más bajo desde la crisis generada por la pandemia. Las brechas de género en el mercado laboral también representan un obstáculo significativo, ante el cual gran parte del continente sigue combatiendo para mejorar sus cifras económicas.
