Los supermercados que venden aguacates están siendo advertidos sobre una posible escasez de esta popular fruta debido al cambio climático, lo que podría generar dificultades en el suministro de este alimento en los próximos años.
España, Sudáfrica, Perú, Chile y México son algunos de los principales productores de aguacates, pero las condiciones climáticas volátiles en estas regiones están provocando una disminución en el crecimiento de la fruta. El aguacate, que requiere grandes cantidades de agua para su cultivo, necesita aproximadamente 320 litros de agua para producir un solo aguacate, lo que representa cuatro veces la cantidad de agua necesaria para producir un kilo de naranjas.
Con el aumento de las temperaturas y la reducción de las precipitaciones, el crecimiento de los aguacates se ralentiza considerablemente, lo que afecta la productividad de las plantaciones. Un informe reciente ha señalado que las áreas de cultivo de aguacates podrían reducirse hasta un 41% para el año 2050. En México, el mayor productor mundial de aguacates, la superficie destinada a su cultivo podría disminuir hasta un 43% si el aumento de la temperatura global alcanza los 5 grados.
La agricultura de aguacates ejerce una presión significativa sobre los recursos hídricos, especialmente en regiones secas como México, donde la sequía derivada del cambio climático podría tener un efecto adverso en la producción.
SaveMoneyCutCarbon advierte: "Nuestra demanda de aguacates puede ser beneficiosa para las economías de los países productores y para las personas que trabajan en el sector, pero el crecimiento acelerado del mercado también genera una mayor presión sobre las ecologías locales, particularmente en los recursos hídricos y las tierras forestales.
"En los últimos años, hemos aprendido que el agua es un recurso precioso y finito que necesitamos gestionar con mucho cuidado. Ser conscientes de la huella hídrica de los alimentos que consumimos es una forma de tomar decisiones más responsables y sostenibles."
Los consumidores también deben tener en cuenta la huella de carbono asociada a la compra de aguacates. Según el Sustainable Food Trust, un paquete con dos aguacates pequeños tiene una huella de CO2 de 846,36 gramos, casi el doble que un kilo de plátanos.
Debido a que los aguacates se cultivan en América Central y del Sur, la fruta debe recorrer largas distancias para llegar a los mercados del Norte Global. Por ejemplo, un aguacate mexicano debe viajar más de 8,900 kilómetros para llegar al Reino Unido. Este transporte, que a menudo implica la recolección de la fruta antes de que madure y su envío en condiciones de almacenamiento controlado, es altamente intensivo en energía.
Anualmente, las importaciones de aguacates al Reino Unido implican más de 25 millones de metros cúbicos de agua virtual, equivalente a 10,000 piscinas olímpicas. Con el aumento de las temperaturas y la escasez de agua, esto está teniendo un impacto negativo en las comunidades locales que no tienen acceso a agua potable, lo que pone en duda la sostenibilidad de los aguacates como superalimento "limpio".
Zac Bard, presidente de la Organización Mundial del Aguacate, una entidad sin fines de lucro que representa a los productores de aguacates de todo el mundo, defiende que la mayoría de los aguacates consumidos en el Reino Unido se transportan por mar, lo que reduce el impacto ambiental en comparación con el transporte aéreo.
Bard también aclara que la cantidad de agua necesaria para cultivar aguacates es considerablemente menor en las regiones más húmedas y sigue siendo inferior a la cantidad que requieren otros productos comunes como el café, el chocolate o la carne de res.
"Los aguacates han sido objeto de críticas debido a su impacto ambiental, alimentadas por afirmaciones infundadas que no están basadas en pruebas representativas", explica Bard. "Para poner en perspectiva, un kilo de aguacates requiere en promedio unos 800 litros de agua, mucho menos que otros productos básicos, como el café, el chocolate y la carne de res."
Sin embargo, la advertencia sobre la escasez de aguacates y su impacto ambiental sigue siendo relevante a medida que el cambio climático continúa afectando las zonas productoras.
