Es desconcertante esta época de interconectividad que nos ha tocado vivir en la que todo nos afecta tanto, donde se mezcla sin pudor lo relevante con lo chorra, en la que somos capaces de encendernos de indignación con mequetrefes sin nombre en el usuario, en la que nos enredamos en absurdeces y pasamos por alto cosas como que se gasten el dinero para la investigación contra el cáncer en cuadros y tablets . Una edad, también, en la que tenemos la capacidad de desarrollar una profunda admiración, un sentimiento de cariño y empatía, por personas con las que ni siquiera hemos interactuado, que no saben que estamos ahí. Yo hoy quiero escribiros a vosotros, Antonio y Pepe . No nos...
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