De 'La sustancia' de la francesa Coralie Fargeat se ha hablado mucho. Y dicho de todo. Desde que su apuesta por el gore y las escenas explícitas en la cinta provocaron la 'huida' de las salas de más de un espectador, a que es de las mejores actuaciones, sino la mejor, de Demi Moore en la gran pantalla. Demi Moore , ícono del cine de los 80 y 90 lleva más de cuarenta años encadenando papeles que ya son historia del cine. La teniente O'neil o Molly de 'Ghost' son algunos de sus personajes más conocidos, pero hasta estos Globos de Oro la actriz nunca antes había levantado una estatuilla por algún papel. De ahí la emoción de la actriz, y sus compañeros, cuando su Andrew Garfield y Kerry Washington pronunciaron su nombre como mejor actriz en los Globos de Oro. La misma emoción con la que Demi Moore subió al escenario a recoger su, tan esperado, galardón y ofrecer un discurso en el que dejó claro que su carrera, aun con muchas luces, también ha estado repleta de sombras. «Estoy en shock» , comenzaba Demi Moore. «Llevo haciendo esto 45 años y es la primera vez que gano un premio . Lo he soñado durante mucho tiempo». En su discuro no quiso repasar su extensa carrera en Hollywood, toda una vida dedicada al cine, en la que llegó a perder la esperanza. A pesar de la fama y del glamour, Demi Moore habló del peso de la belleza o cómo le hicieron creer que los papeles populares nunca la harían una actriz de renombre. «Hace treinta años un productor me dijo que era una actriz de palomitas», narró. «En aquel momento lo interpreté como que esto no era algo que tuviera derecho a ganar. Me dijeron que hacía películas que ganaban mucho dinero y eran populares, pero que jamás serían reconocidas. Me lo creí y lo interioricé». Tras esas palabras explicó que hace un tiempo ya había asumido que, en su carrera, todo estaba hecho ya. Todo, hasta que llegó 'La sustancia'. «Hace un par de años sentí que ya estaba todo dicho, que ya había logrado lo que se suponía que debía lograr. Y entonces, de repente, aparece en mi escritorio este guion absolutamente descabellado llamado 'La sustancia'. Fue como si el universo me dijera: 'No, aún no has terminado. Todavía tienes algo que dar '», explicó. Paradójicamante, 'La sustancia' no cuenta otra cosa que la lucha de una estrella por permanecer joven, incorrupta, en una industria en la que el valor reside en la juventud. En ese contexto, su personaje, Elizabeth Sparkle, se somete a un extraño experimento que, aparentemente, es su última oportunidad. Por ello, Demi Moore en su discurso quiso tener unas palabras para Coralie Fargeat, la directora de la cinta y a su compañera de reparto, Margaret Qualley, «su otra mitad». «Muchas gracias a Coralie y a toda la gente que creyó en mí cuando yo no creía en mí misma», señaló. «En esos momentos en los que sentimos que no somos lo suficientemente astutas, bellas, delgadas o exitosas, recuerdo que una mujer me dijo que jamás sería suficiente. Pero con el tiempo entendí que podía medir el valor de mi trabajo si me liberaba de esa vara que lo mide todo», reivindicó Moore. Para finalizar, Demi Moore , muy emocionada, agradeció el reconocimiento y reivindicó su carrera: «Este premio es un marcador de la plenitud del amor que me mueve, el regalo que supone hacer algo que adoro y un recuerdo del lugar al que pertenezco».
