Julio César Bonilla, comisionado del Instituto de Transparencia de la Ciudad de México, visualiza que, de la combinación de dos próximos sucesos en la capital, puede surgir una nueva agencia que regule la inteligencia artificial usada por el gobierno para administrar datos personales y garantice el acceso a la información pública.Bonilla sostuvo que esos dos sucesos serán la desaparición del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (INFOCDMX) y la aprobación de la primera Ley de Inteligencia Artificial, impulsada por dicho instituto.En entrevista con MILENIO, el comisionado y ex presidente del INFOCDMX explicó que una vez que el Congreso de la Unión elabore la legislación secundaria de la reforma constitucional que desaparece a los institutos de transparencia nacional y locales, podrá comenzar el diseño de la nueva agencia, inspirada en el modelo español.A diferencia del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), que vive una confrontación con el Ejecutivo federal, en la ciudad, el INFOCDMX lleva una buena relación con el gobierno de Clara Brugaday ahí, dice Bonilla, existe una oportunidad de delinear las características del nuevo organismo.—¿La nueva Ley de Inteligencia Artificial, en caso de aprobarse, reemplazaría a la Ley de Protección de Datos Personales local que existe actualmente?—No, en todo caso, la perfeccionaría, lo que buscamos es crear una ley específica que regule la inteligencia artificial cuando sea utilizada en el sector público para el tratamiento de los datos personales.Eso abre un diálogo con el congreso federal para la creación de una nueva ley federal en materia de protección de datos personales actualizada para lo que hoy vive México en materia tecnológica. Teniendo una legislación de este calado, visionaria en materia de inteligencia artificial, se incrementaría la legitimidad y la eficacia del sector público.Si las personas perciben que sus datos personales se administran de manera transparente, segura, justa y ética, se debilita la desconfianza.—Si bien daría certeza jurídica, se genera incertidumbre, porque si desaparece el INFOCDMX, ¿quién se va a hacer cargo de aplicar esta ley?—De momento, tal cual está diseñada la ley, se está visualizando al INFOCDMX como garante.Ante la desaparición de los órganos autónomos, vendrá una discusión sobre cómo adoptar un modelo nuevo para la transparencia y la protección de datos personales.Esta es una regulación de vanguardia, respetuosa de derechos fundamentales, y actuaría generando la propuesta de un nuevo modelo, con una naturaleza jurídica diferente, como sucede en el mapa constitucional español, una agencia especializada para la protección de los datos personales combinada con la apertura gubernamental.Pero dependerá de cómo se legisle en la vía secundaria, para que, a partir de ahí, podamos interactuar, de manera muy coordinada, con el Congreso de la Ciudad de México y con la Jefatura de Gobierno.Fue público y notorio que hace unos días nos reunimos con el secretario de Gobierno, César Craviotto; hemos acordado que los derechos de acceso a la información pública y el de la protección de los datos personales van a seguir vigentes, con un nuevo marco regulatorio y la creación posible de una institución alternativa. Ya lo estamos visualizando.—Entonces, ¿esta ley tendría que someterse a alguna reforma el próximo año, cuando haya leyes secundarias de la reforma constitucional?—Sí, incluso, por el tema de que se trata, es decir, inteligencia artificial, protección de datos personales y sector público, que implica nuevas tecnologías, hemos propuesto que esta ley se esté actualizando cada año, porque la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías son poderosas herramientas que se actualizan en tiempo real.Lo que menos queremos es tener una ley que sea obsoleta, lo que nos ayudará a proponer la creación de un nuevo modelo en materia de protección de datos personales y de acceso a la información pública.—Esta agencia, como la visualizas con el modelo español, ¿gozaría de autonomía y especialización técnica? ¿sería autónoma?—Estamos pensando en un modelo o descentralizado o desconcentrado, que pueda tener autonomía técnica y de gestión.Pero insisto, eso dependerá de la pauta que nos dé la legislación secundaria a nivel federal para ver qué modelo y qué naturaleza jurídica puede tener esta agencia.—El INFOCDMX no se ha pronunciado sobre la reforma contra organismos autónomos, ¿qué opinión te merece la decisión de desaparecerlos?—A nosotros nos corresponde adaptarnos a los nuevos modelos de transformación y cambio, eso sí, siguiendo con la defensa irrestricta al derecho de acceso a la información pública y el de la protección de los datos personales.Lo que se modifica con esta reforma son las instituciones, no se deja de tutelar ni de garantizar, y, por cierto, de optimizar, los derechos.—Una de las mayores críticas es que el Poder Ejecutivo se convierte en juez y parte, ¿eso qué te parece?—Es un modelo que ya existía, era la naturaleza jurídica del IFAI,si no me equivoco, era un órgano desconcentrado hasta 2014, cuando vino la reforma constitucional hacia el INAI.Y el modelo funcionó, en materia de avance y desarrollo, en términos de transparencia y de rendición de cuentas.Aquí lo que me parece clave es que la sociedad mexicana, el pueblo en su conjunto, adopte al derecho de acceso a la información pública y de la protección de los datos personales como parte de la agenda social, cultural y jurídica de nuestra nación, en esa medida vamos a saber cómo enfrentar este proceso de transformación y cómo vamos a lograr mediciones específicas sobre los resultados que se tengan a partir de esta transformación institucional.—¿No te parece un retroceso?—No lo veo. Me parece que es un cambio institucional, me parecería un retroceso si los derechos dejaran de tutelarse.Si los derechos dejaran de garantizarse y si los derechos fueran eliminados, eso sí me parecería un retroceso.Lo que me parece que existe hoy es una oportunidad para demostrar la capacidad que tenemos como nación frente a la transparencia, a la rendición de cuentas, al combate a la corrupción y frente al valor que tienen la protección de los datos personales, la autodeterminación informativa, la defensa de la autonomía y de la dignidad del ser humano. KL
