La Sunedu, en su compromiso con la mejora del sistema universitario peruano, ha ordenado el cese de actividades de tres instituciones de educación superior en enero de 2025. La decisión surge luego de rigurosas evaluaciones que evidenciaron el incumplimiento de las Condiciones Básicas de Calidad (CBC), requeridas para obtener el licenciamiento.
El cierre de estas universidades no solo marca un nuevo capítulo en la supervisión educativa, sino que también impacta directamente en miles de estudiantes, quienes deberán buscar alternativas para continuar sus estudios.
La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) estableció el cierre de tres centros de educación superior. La Universidad José Carlos Mariátegui, ubicada en la región de Moquegua, es una de las instituciones que cesará sus actividades. A pesar de sus años de operación, no logró cumplir con las Condiciones Básicas de Calidad (CBC).
Esta institución, junto con la Universidad Latinoamericana CIMA, situada en Tacna, debieron cerrar de manera definitiva el 31 de diciembre de 2024. Asimismo, a esta lista se sumó la Universidad Privada Peruano Alemana (UPAL), conocida por ofrecer programas innovadores.
Estas decisiones se enmarcan dentro de la política del Ministerio de Educación (Minedu) para asegurar que las universidades en el país ofrezcan una formación académica de calidad, eliminando los centros de estudio que no cumplen con los requisitos legales y educativos.
El cierre de estas universidades plantea una serie de retos para los estudiantes. Según las normativas de la Sunedu, las instituciones podrán seguir entregando documentos oficiales como grados y títulos a los egresados hasta un máximo de 24 meses, que serán validados y podrán ser inscritos en el Registro Nacional de Grados y Títulos.
Asimismo, en el caso de los estudiantes que no hayan completado sus especialidades, las instituciones deberán entregar certificados de estudios, constancias, y otros registros académicos que permitan a los alumnos continuar su formación en otras universidades licenciadas.
Además, la Sunedu ha establecido lineamientos claros para facilitar la transferencia de estudiantes a instituciones que cumplan con las CBC. Sin embargo, este proceso no está exento de dificultades, como la homologación de cursos y las limitaciones de vacantes en las universidades receptoras.
Por otro lado, los docentes y el personal administrativo serán los más afectados. La pérdida de empleos genera un impacto social significativo, especialmente en las regiones donde estas universidades operaban.
El 2024 también fue un año crítico para el sistema universitario en Perú. Durante ese periodo, tres universidades cerraron sus puertas por no lograr el licenciamiento.
La Universidad San Andrés, que operaba en Lima Norte, dejó de funcionar el 14 de agosto de 2024 tras años de intentos fallidos por cumplir con los estándares exigidos por la Sunedu. La Universidad Particular de Chiclayo también cerró el 19 del mismo mes. A pesar de ser una institución reconocida en su región, no logró alcanzar las Condiciones Básicas de Calidad establecidas por la Ley Universitaria.
Por último, el caso más conocido fue el de la Universidad Privada Telesup, conocida por sus vínculos con el empresario José Luna Morales, cesó sus actividades en septiembre de 2024. Este cierre marcó un hito debido a la alta cantidad de estudiantes afectados.
