La comunidad de Nueva Orleans se une en un profundo luto tras el trágico ataque que dejó al menos 15 muertos y 39 heridos durante las celebraciones de Año Nuevo en Estados Unidos. Las identidades de las víctimas han comenzado a ser reveladas, reflejando vidas llenas de sueños y esperanzas truncadas.
El suceso, ocurrido en la icónica Bourbon Street, ha conmocionado a la ciudad y ha llevado a las autoridades a investigar el incidente como un posible ataque terrorista. El conductor del vehículo, Shamsud-Din Jabbar, un veterano de Texas, fue abatido por la policía tras un enfrentamiento armado.
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A medida que se conocen más detalles sobre las víctimas, familiares y amigos comparten recuerdos que destacan la esencia de quienes perdieron la vida en esta trágica noche.
Kareem Badawi, un joven estudiante de la Universidad de Alabama, fue una de las primeras víctimas identificadas. Su padre, Belal Badawi, anunció su muerte a través de una emotiva publicación en Facebook, donde expresó su dolor y pidió “paciencia y fuerza para superar esta pérdida”. Kareem, originario de Baton Rouge, había comenzado su primer año en la universidad en otoño de 2023, tras graduarse de la escuela secundaria.
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El presidente de la Universidad de Alabama, Stuart Bell, también compartió palabras de apoyo: “Lamento profundamente la pérdida de Kareem y acompaño en su dolor a sus familiares y amigos. Nuestra comunidad universitaria está ofreciendo apoyo a quienes lo necesiten en estos momentos difíciles”.
Tiger Bech, de 28 años, exjugador de fútbol americano en Princeton, fue otra de las víctimas fatales. Su madre, Michelle Bech, confirmó su fallecimiento y lo describió como “un chico increíble” que vivía la vida al máximo. Tiger se destacó en deportes durante su etapa escolar y, tras graduarse de Princeton en 2021, trabajaba como operador de bonos en ciberseguridad.
Su hermano Jack, en una emotiva publicación en redes sociales, escribió: “Te amo siempre, hermano. Me inspiraste cada día, y ahora estarás conmigo en cada momento”.
Nikyra Cheyenne Dedeaux, de 18 años, soñaba con convertirse en enfermera y estaba a punto de comenzar un programa de estudios en Blue Cliff College. Su madre, Melissa Dedeaux, confirmó su muerte en redes sociales, pidiendo oraciones para su familia. Amigos y familiares recordaron a Nikyra como una joven sociable y llena de planes, destacando su determinación y entusiasmo por el futuro.
Hubert Gauthreaux, de 21 años, también fue víctima del ataque. Graduado de la escuela secundaria Archbishop Shaw en Nueva Orleans, la institución lamentó su fallecimiento a través de un comunicado, pidiendo a la comunidad que recen por su alma y la de su familia.
Reggie Hunter, de 37 años, era gerente de una tienda y padre de dos hijos. Su prima, Shirell Robinson Jackson, recordó su amor por la familia y su carácter alegre. La noche del ataque, Hunter celebraba con su primo, quien resultó herido. Apenas minutos antes del incidente, había enviado un mensaje de Año Nuevo a su familia.
Nicole Pérez, de 27 años, madre de un niño de 4 años, fue otra de las víctimas. Trabajaba en Kimmy’s Deli, donde su jefa la describió como una persona “alegre, trabajadora y de buen corazón”. Su madre expresó su dolor en una entrevista, recordando la felicidad que Nicole compartía con su hijo.
Matthew Tenedorio, de 25 años, trabajaba como técnico audiovisual en el estadio Caesars Superdome. Su familia lo recordó como una persona llena de energía y con un gran sentido del humor. “Su risa contagiosa iluminaba cualquier lugar al que llegaba”, expresó su prima en redes sociales.
El ataque ocurrió en la madrugada del 1 de enero, cuando un vehículo a alta velocidad arrolló a decenas de personas que celebraban el Año Nuevo en Bourbon Street. Además del atropello, el conductor abrió fuego contra los presentes, lo que provocó un enfrentamiento con la policía. Shamsud-Din Jabbar fue abatido en el lugar tras intercambiar disparos con las fuerzas del orden.
A pesar de que las autoridades aún no han determinado el motivo exacto del ataque, el incidente está siendo tratado como un posible acto terrorista, dejando a la comunidad de Nueva Orleans en un estado de shock y duelo.
