La Defensoría de los Habitantes reiteró este viernes la urgencia de que la Asamblea Legislativa salde lo que calificó como una “deuda histórica”, mediante la creación de una ley contra el acoso laboral.
La normativa debe definir claramente qué constituye acoso laboral, establecer medidas preventivas concretas y garantizar procedimientos efectivos para atender denuncias, solicitó la entidad.
La Defensoría recordó que Costa Rica aún no ha ratificado el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual aborda la eliminación de la violencia y el acoso en el ámbito laboral.
La aprobación de este convenio, dijo, permitiría incorporar conceptos y medidas esenciales para proteger a las víctimas de acoso laboral, ajustándose a estándares internacionales.
“La Defensoría reafirma su compromiso de velar por los derechos de las y los habitantes, instando a las instituciones públicas y a los legisladores a tomar medidas urgentes para garantizar espacios laborales libres de violencia y hostigamiento”, destacó la entidad en su comunicado.
En los últimos 10 años, la Defensoría ha registrado 595 casos de acoso laboral en el sector público.
La Defensoría aseguró que ha intensificado sus esfuerzos para combatir el acoso laboral, conocido también como mobbing dentro del sector público. Esto lo ha hecho mediante informes anuales, recomendaciones y la emisión de criterios sobre proyectos de ley relacionados.
La institución advirtió sobre la falta de normativas internas en muchas entidades estatales para prevenir, tramitar y atender casos de hostigamiento laboral. Asimismo, resaltó la carencia de conocimiento sobre los derechos de las víctimas y las sanciones para quienes ejercen este tipo de violencia.
En este contexto, la institución enfatizó la necesidad de erradicar la indefensión de las personas afectadas y de combatir la impunidad de quienes practican el acoso laboral.
También llamó la atención sobre la importancia de que los procesos de investigación respeten los derechos de las personas denunciantes, evitando su revictimización. Esto incluye cumplir los plazos establecidos, respetar las etapas procesales y proteger a las víctimas desde el inicio de la denuncia.
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El acoso laboral, también conocido como acoso moral y, frecuentemente, mediante el término inglés mobbing (que significa ‘acosar’, ‘hostigar’ o ‘acorralar en grupo’), es tanto la acción ejercida por una o varias personas para generar miedo, inseguridad o terror en una víctima dentro de su lugar de trabajo, como el efecto o las consecuencias psicológicas que dicho acoso provoca.
Según el científico sueco Heinz Leymann, quien investigó este fenómeno en la década de 1980 y acuñó el término mobbing, este tipo de hostigamiento puede provenir de compañeros, subalternos (acoso vertical ascendente) o superiores (acoso vertical descendente o bossing). Se caracteriza por actos negativos y hostiles de forma sistemática y recurrente, extendidos durante un período prolongado que puede abarcar meses o incluso años.
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El objetivo final de estas acciones es provocar el abandono del puesto de trabajo por parte de la víctima, un comportamiento que, además de violar derechos fundamentales, puede derivar en graves daños psicológicos para las personas afectadas.
