El juez de instrucción ha decretado prisión provisional para el detenido que el pasado 30 de diciembre disparó a un policía en la estación de Metro de gran Vía, en la línea 1 de Madrid, el arrestado es acusado de homicidio en grado de tentativa. Según la investigación, uno de los sospechosos desarmó a un policía e intentó disparar contra él, apretando el gatillo en repetidas ocasiones por suerte el seguro del arma impidió la tragedia y es por eso que se considera homicidio en grado de tentativa, porque no logró su objetivo por causas ajenas a su voluntad. Los hechos sucedieron cuando los agentes, que patrullaban de paisano , identificaron a dos varones en actitud vigilante, aparentes carteristas de uno de los muchos clanes que pululan por las zonas más turísticas de la capital. Tras seguirlos discretamente durante varias estaciones, observaron varios intentos fallidos de hurto. Finalmente, en la estación de Gran Vía, decidieron interceptarlos. Justo el 30 de diciembre era el décimo aniversario de la muerte de otro agente de la Brigada Móvil en el Metro de Embajadores que fue asesinado en Madrid después de que un delincuente le empujara a las vías mientras pasaba un convoy. Los agentes de Policía Nacional y de la Brigada Móvil siguen conmocionados y es por eso que no están contentos con las últimas declaraciones del ministro Óscar Puente, «las declaraciones del ministro, calificando la noticia como alarmante y minimizando el hecho de afirmar que »no disparó«, ha generado mucha indignación y mucho malestar entre los policías» admiten a este periódico desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP). «La realidad es que sí se produjo un disparo. Y los compañeros esperaban un reconocimiento por la suerte de no tener que lamentar otro asesinato. Pero en vez de eso, el ministro está más preocupado por evitar alertar que por respaldar las FFCCS. Este tipo de comentarios, que restan gravedad a un ataque tan serio, se perciben por muchos policías como un desinterés absoluto por su labor y por la seguridad ciudadana, aspectos que deberían ser prioridad para quienes tienen la responsabilidad de protegerlos» añade uno de los miembros de SUP. Ya cansados de ataques a los agentes, desde el SUP reiteran que se les declare Profesión de Riesgo, para de esa manera poner fin a la «discriminación» de la Policía Nacional con respecto al resto de Policías de España. Añaden que reiteran la necesidad de que se les dote con pistolas Taser, que puedan aumentar la eficacia y operatividad en este tipo de intervenciones.
