Las tendencias en cabello marcan la hoja de ruta, nuestros gustos son los que seleccionan y nuestros rasgos, los que dan el toque final. De este modo, dentro de las opciones disponibles en peinados y cortes de pelo, cogeremos los que más nos gustan y los amoldaremos para que nos favorezcan, teniendo en cuenta nuestras facciones. El peinado ideal depende de la forma de nuestro rostro. Todo funciona basándose en un equilibrio.
Para caras ovaladas, casi cualquier estilo funciona, como cortes 'bob' o 'lob' y ondas suaves. Es la medida ideal a la que favorece casi cualquier estilo. Si la forma de reloj de arena es el patrón corporal 'perfecto' o más equilibrado, a nivel facial, es el rostro ovalado. Es por eso que el resto de formas faciales aspiran a parecerse a la primera, disimulando o potenciando diferentes zonas.
Los rostros redondos se benefician de cabello largo, capas o flequillos laterales que alarguen visualmente. Las caras cuadradas lucen bien con ondas suaves, capas con volumen y flequillos desfilados que suavicen las líneas. Si el rostro es alargado, lo mejor es optar por cortes medianos o cortos y flequillos rectos para equilibrar las proporciones. Los rostros corazón se ven favorecidos con capas suaves, flequillos abiertos y recogidos bajos, mientras que los rostros diamante destacan con estilos que añadan volumen en la frente y el mentón, como ondas ligeras o flequillos desfilados. Adaptar el peinado a las facciones resaltará nuestra belleza natural.
Gafas, peinados, cortes, pendientes, escotes o el color de pelo puede hacer más por nuestra belleza que el mejor de los 'lifting' faciales. Así lo explica la asesora de imagen, Marián Rubio, en su perfil de Instagram. La experta en imagen pone como ejemplo a Margot Robbie para analizar lo mucho que favorecen los pequeños detalles. Lo sabemos, poner como ejemplo a Margot Robbie es contraproducente. ¿Hay algo que no le quede bien a la actriz? Por lo visto sí y así lo explica Rubio en el vídeo. Un mechón puesto de un modo diferente, puede marcan la diferencia.
