La madrugada del 1 de enero no es igual para todo el mundo. Los hay que empiezan Año Nuevo con un brindis, unas uvas y propósitos justo como culminación de la noche; y luego hay otros, que las campanadas es solo el carillón de Nochevieja. A partir de entonces, los caminos del segundo grupo son impredecibles. Algunos de ellos aún no lo saben, pero vivirán una noche cuyas anécdotas servirán como recuerdo para los siguientes 31 de diciembre.
En medio de esta gran inauguración del año, las farmacias de guardia son la salvación para muchos y en muchas situaciones diferentes en una de las noches más movidas del año noche en la que sólo unos pocos establecimientos están abiertos.
Una farmacéutica comparte su experiencia durante la madrugada del 1 de enero: "¿Qué vende una farmacia durante la noche de fin de año? Aquí os traigo vuestro vídeo más pedido". Entre las doce de la noche y las nueve de la mañana, el desfile de clientes y sus necesidades fue tan variado como revelador.
A las 00:36 entró la primera persona en la farmacia comprando Citorsal en polvo, un cliente que venía de urgencias en busca de un medicamento utilizado para revertir la secreción de líquidos y electrólitos en el intestino.
Media hora más tarde, a la 1:05 acudió alguien que necesitaba fosfomicina, un antibiótico en sobres para la infección de orina. A la 1:23, llegó un hombre o una mujer a quien le sentó mal la cena y compró Almax Forte, un antiácido para el estómago durante estos días en los que la cena se puede complicar un poco de más.
Al de la 1:37 tampoco le sentó mucho mejor y adquirió Fortasec, para frenar la diarrea. Lo mismo le pasó al de las 5:09, que a esas horas de la noche no le quedó otra que ir a comprar loperadima, también para remediar la colitis. Poco antes, a las 4:57 alguien fue a comprar pañales. Sin relación aparente con lo anteriormente comentado.
A muchas personas, sobre todo tras el descenso de temperaturas, les ha afectado la gripe durante estas fechas. En un momento en el que además se reúnen más personas de lo habitual, el contagio es mucho más fácil. Tampoco se salvaron algunos durante Nochevieja. A la 1:17 fue la primera compra de Frenadol, precisamente para aliviar los síntomas de la congestión.
Ya por la mañana, a las 7:15 se produjo la segunda adquisición de este medicamento. A las 7:46, Pharmagrip Forte, también para remediar la gripe y, de igual manera, a las 8:07, dos productos pensados para lo mismo: Respibien, un descongestivo nasal; y Termalgin.
A pesar de la cantidad de gente que tiene gripe a estas alturas del año, los medicamentos contra ella no fueron los más solicitados.
Hay quienes empezaron el año fuerte. A las 2:01, hubo alguien que en su noche fue rápido, pero no previsor, y compró la primera caja de preservativos de la noche. A las 3:08, otra persona compró un lubricante sexual; y a las 4:12 se produjo la segunda compra de preservativos.
No obstante, el producto más solicitado fue levonorgestrel, un fármaco que evita la ovulación y fertilización: la pastilla del día después, conocida popularmente. Es importante advertir que los preservativos no sólo evitan un posible embarazo, sino también enfermedades de transmisión sexual. "Estaba claro que alguna iba a caer", afirma la farmacéutica en el vídeo. Y así fue. A las 6:01 fueron a por la segunda y a las 6:51 alguien más compró otra. "Hay que tomársela cuanto antes, para que sea más efectivo", tal como se advierte en el TikTok.
La noche de fin de año refleja los excesos y urgencias propias de la celebración: problemas digestivos por cenas copiosas, síntomas de gripe por el frío y decisiones apresuradas relacionadas con la pasión. La farmacia de guardia se convierte en un punto de encuentro donde resolver las pequeñas consecuencias de una noche intensa, confirmando que, aunque el año cambie, hay ciertas cosas que se van a repetir cada 31 de diciembre.
