En la actualidad, ciertos términos como "natural", "orgánico" y "saludable" están cada vez más presentes en el mundo de la nutrición. Esto se debe a que se asocian con productos de alta calidad que contribuyen al bienestar general. En particular, las infusiones se han ganado un lugar destacado por sus beneficios en la regulación de diversos procesos biológicos. Aunque no son soluciones mágicas, pueden mejorar la salud y el día a día de quienes las consumen de manera responsable.
Las infusiones tienen la ventaja adicional de ser saciantes, lo que las convierte en aliadas para quienes buscan perder peso y controlar el exceso de grasa corporal. Adicionalmente, algunas de ellas son eficaces para regular los niveles de azúcar en sangre, reducir el colesterol malo, fortalecer los huesos y mejorar el sistema inmunológico, en muchos casos con una efectividad comparable a tratamientos farmacológicos.
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Una de las infusiones más destacadas por sus beneficios es la salvia. Según la plataforma digital 'Heraldo', para preparar esta infusión es recomendable calentar el agua hasta cerca del punto de ebullición, retirarla del fuego y luego añadir la planta. Después, se debe tapar y dejar reposar durante unos minutos para que las propiedades de la planta se liberen completamente en la bebida.
La salvia, una planta aromática originaria del sur de Europa y la región mediterránea, ha sido utilizada desde tiempos antiguos en la medicina tradicional por sus propiedades terapéuticas. Su nombre proviene de la palabra "sanar", lo que refleja sus cualidades curativas. Además de ser un potente antioxidante, la salvia es conocida por sus efectos positivos sobre el sistema digestivo, ya que ayuda a reducir la hinchazón abdominal, alivia la diarrea y calma el ardor estomacal.
También se reconoce por su capacidad para promover la relajación, siendo un ansiolítico natural que puede ayudar a quienes sufren de insomnio, así como mejorar la memoria y la concentración. Por otro lado, para las mujeres, especialmente durante la menstruación, la salvia puede aliviar los cólicos menstruales. Diversos estudios respaldan sus propiedades medicinales, destacando su potencial para el desarrollo de futuros medicamentos, según un análisis detallado publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina.
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El tubérculo en cuestión es el ñame, que ha demostrado tener un impacto positivo en la memoria y la función cognitiva. La diosgenina, un compuesto bioactivo presente en este alimento, se ha asociado con la neurogénesis, el proceso mediante el cual se generan nuevas neuronas en el cerebro. Este proceso es crucial para mantener la plasticidad cerebral y mejorar la memoria a largo plazo.
Sumado a eso de la diosgenina, el ñame es una fuente rica en minerales como el calcio, esencial para la transmisión de impulsos nerviosos; el fósforo, que contribuye a la formación de ATP, la molécula energética del cuerpo; el potasio, que regula la actividad eléctrica en las células nerviosas; y el manganeso, que desempeña un papel clave en la protección del cerebro contra el estrés oxidativo.
