Un tiroteo en Montenegro dejó un saldo trágico de al menos diez personas fallecidas. El autor del crimen, identificado como Aco Martinovic, fue abatido por las autoridades, cerrando un capítulo de terror que conmocionó a la nación balcánica. El incidente ocurrió en una localidad cercana a la capital, donde el tirador abrió fuego indiscriminadamente, causando pánico entre los residentes.
Las fuerzas de seguridad respondieron rápidamente, logrando neutralizar al agresor en un enfrentamiento que dejó a la comunidad en estado de shock. Las autoridades confirmaron que actúo solo y que no hay otros sospechosos involucrados. Este suceso incrementó el debate sobre la seguridad y el control de armas en el país, que experimenta un aumento en la violencia en los últimos años.
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El ataque se produjo en horas de la tarde, cuando Martinovic comenzó a disparar en una zona residencial. Testigos relatan que escucharon múltiples disparos y vieron a personas corriendo en busca de refugio. La policía de Montenegro llegó al lugar en cuestión de minutos, pero ya se había causado un daño considerable.
Esta situación llevó a un llamado renovado para revisar las leyes de control de armas y mejorar la seguridad pública en el país. La población espera que este trágico evento sirva como un punto de inflexión.
Las fuerzas de seguridad reaccionaron rápidamente ante la emergencia, logrando neutralizar al atacante. En su intervención, también garantizaron la atención médica para las personas heridas, aunque se desconoce el número exacto de afectados. Las autoridades reforzaron la seguridad en la zona y pidieron calma a la población mientras continúan las investigaciones.
El primer ministro de Montenegro, Milojko Spajic, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y ha prometido una investigación exhaustiva sobre el incidente. "No podemos permitir que la violencia se apodere de nuestras calles", afirmó en una conferencia de prensa. Las autoridades instaron a la población a mantener la calma y a colaborar con la investigación.
La comunidad local se encuentra en estado de duelo, con muchos residentes expresando su incredulidad ante la tragedia. "Nunca pensé que algo así podría suceder aquí", comentó un vecino. Se estableció un centro de apoyo psicológico para ayudar a quienes fueron afectados.
Aunque el sentimiento predominante es de tristeza, los habitantes también están demostrando resiliencia. Comenzaron a organizar vigilias y actos conmemorativos para honrar a las víctimas.
