El "caso Olmo" va camino de convertirse en el mayor fiasco de la historia del Barca. LaLiga anunció anoche en un comunicado sobre el límite de coste de la plantilla del FC Barcelona que “a fecha de hoy 31 de diciembre el FC Barcelona no ha presentado ninguna alternativa que, atendiendo al cumplimiento de la normativa de control económico de LALIGA, le permita inscribir ningún jugador a partir del próximo 2 de enero”.
Por tanto, ni Dani Olmo ni Pau Víctor pudieron ser inscritos. El club había llegado a dos acuerdos para la venta de los palcos vips del Camp Nou que le iban a reportar 100 millones pero LaLiga no se fía y no ha dado el visto bueno al no tener todas las garantías de pago de dichos acuerdos. Y para dejar claro que va en serio, la institución que preside Javier Tebas ha procedido hoy mismo a eliminar a ambos futbolista de la plantilla del FC Barcelona que recoge su web.
El FC Barcelona asegura que ha solicitado solicitado a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) una nueva licencia por los jugadores Dani Olmo y Pau Víctor pero la realidad es que la RFEF no puede tramitar ninguna licencia federativa sin el visto bueno de LaLiga, algo que de momento no se ha producido.
Además, la RFEF parece tener claro que apoyará el camino de LaLiga entre otras cosas porque debería incumplir sus propias normas. El Reglamento General de Federación recoge en su artículo 130.2. que "Un/a futbolista podrá estar inscrito/a en un solo equipo de un club, sin posibilidad de ser dado de baja y alta por el mismo en el transcurso de la misma temporada, salvo caso de fuerza mayor o disposición reglamentaria. Asimismo, en el trascurso de la temporada, no podrá estar inscrito/a y alinearse en más de tres distintos".
Ante este escenario, el descalabro económico que amenaza la entidad que preside Joan Laporta puede ser devastador: ¡Más de 260 millones de euros!
Al no conseguir el club su inscripción, el jugador puede echar mano de la cláusula incluida en su contrato en el pasado mes de agosto que le permite quedar libre si el club no lograba inscribirle y fichar por cualquier equipo. La decisión depende única y exclusivamente de Dani Olmo, que también podría optar por quedarse hasta que el Barça encuentre una solución.
En ambos casos supondría no solo un bochorno para la directiva de Laporta sino un duro revés económico. Si Olmo sale, el Barcelona habría tirado a la basura los 55 millones de euros en su fichaje y tampoco sacaría nada por la venta de un jugador cifrada en la actualidad en 60 millones. Pero además, si finalmente no logra una nueva licencia, el centrocampista tiene una cláusula liberatoria en su contrato hasta 2030 según la cual podría reclamar la totalidad del salario que debía cobrar hasta entonces.
El futbolista tiene contrato hasta el 30 de junio de 2030 y su sueldo no es precisamente bajo. Según Salary Sport, el centrocampista cobraba en el Leipzig unos 5 millones netos y cuenta con un patrimonio neto de 27.552.366 de euros, una cifra nada desdeñable si tenemos en cuenta que tiene 26 años.
En el Barca su sueldo actual, según Fichajes.com es de 9,37 millones al año, lo que supone un sueldo mensual de 781.000 euros, 182.000 a la semana y 26.000 al día. Una cifra que el club deberá asumir. Con lo que estaríamos hablando de casi 50 millones de euros en total.
Y eso no es todo. Si se cierra la venta de los asientos vips la pérdida también es considerable. La venta de asientos VIP prácticamente por la mitad de lo previsto, por 100 millones y por 20 años es sin duda un pésimo acuerdo para el Barça que hipoteca su futuro con una operación que de momento le hace perder 100 millones y, lo que es peor, le impide ganar nada durante dos décadas por este concepto.
Laporta no solo ha protagonizado un ridículo histórico para el club sino que el agujero económico lastrará a una entidad cuya ruina será aún mayor.