El estadio Alejandro Morera Soto, casa de Liga Deportiva Alajuelense, recibió un castigo de cinco fechas tras los actos violentos ocurridos el pasado 27 de diciembre, luego de que el Club Sport Herediano alcanzara su título nacional número 30. Ese castigo implica que los manudos deberán jugar cinco partidos del próximo campeonato en una cancha alterna.
La sanción fue comunicada este martes 31 de diciembre por el Tribunal Disciplinario de la Federación Costarricense de Fútbol, tras casi dos días de sesiones para definir los castigos.
Para determinar el castigo, se analizó el informe arbitral presentado por el árbitro, Keylor Herrera. Además, se tomó en cuenta un informe del comisario de Unafut, Diego Vargas, quien emitió un documento de 15 páginas en el que se detallaron los altercados.
Además, Alajuelense deberá pagar un total de ¢12,9 millones por no brindar la seguridad necesaria para realizar, una vez terminado el juego, la ceremonia de premiación, por actos de vandalismo de su afición, invasión de la cancha y el ingreso de objetos no permitidos, entre otros.
De acuerdo con el periodista y estadígrafo Martín Soto, antes de la sanción de este martes, el estadio Morera Soto acumulaba 15 partidos de suspensión en los últimos nueve años.
El estadio Morera Soto recibió vetos de un partido en diversas ocasiones: durante el Torneo de Invierno 2016, el Verano 2017 y los torneos Clausura 2018 y 2019. En el Torneo de Clausura 2022 y el Apertura 2022, se aplicaron las sanciones más severas, con cuatro partidos de suspensión en cada certamen.
Posteriormente, el estadio fue castigado nuevamente con un juego de inhabilitación en el Clausura 2023, el Apertura 2023 y el Clausura 2024, en cada caso por incidentes ocurridos al finalizar los campeonatos.
Las sanciones impuestas en ocasiones anteriores se deben a diversos motivos, como actos racistas, invasión violenta del terreno de juego y el lanzamiento de objetos a la cancha.
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