El Canal de Panamá, una de las infraestructuras estratégicas más importantes del mundo, conmemoró este martes sus 25 años de soberanía en un evento que destacó el orgullo nacional y la determinación de los panameños para mantener la vía bajo su control. Durante la ceremonia, el presidente de Panamá, Raúl José Mulino, lanzó un contundente mensaje reafirmando que el canal “pertenecerá a Panamá para siempre”, en respuesta a las recientes declaraciones de Donald Trump.
Mulino destacó el crecimiento continuo del canal desde su transferencia en 1999 y recordó el “altísimo costo de lucha” que implicó recuperar la soberanía sobre esta vital infraestructura. Asimismo, hizo un llamado a las nuevas generaciones a valorar este logro como un símbolo de orgullo y resiliencia nacional. El evento también rindió homenaje al expresidente estadounidense Jimmy Carter, figura clave en la entrega del canal a Panamá.
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El Canal de Panamá, que conecta los océanos Pacífico y Atlántico, fue entregado oficialmente a Panamá el 31 de diciembre de 1999 tras casi un siglo bajo control de Estados Unidos. Este hito histórico fue posible gracias a los tratados Torrijos-Carter firmados en 1977 por el entonces presidente panameño Omar Torrijos y el expresidente estadounidense Jimmy Carter.
Desde su transferencia, el canal ha sido administrado exclusivamente por manos panameñas, garantizando su neutralidad y seguridad. Según Mulino, “es por nuestras manos neutrales que las naciones no temen que un canal del nivel estratégico como el de Panamá tome parte activa en ningún conflicto”. Este modelo de gestión ha sido reconocido a nivel mundial como un ejemplo de eficiencia y compromiso con el comercio global.
Las recientes declaraciones del expresidente estadounidense Donald Trump, quien sugirió que su país debería recuperar el control del canal debido a las tarifas impuestas, generaron indignación en Panamá.“No hay otras manos en nuestro canal metidas, más que las panameñas. Pueden estar tranquilos: en nuestras manos se va a quedar para siempre”, respondió con firmeza Mulino durante su discurso.
Esta reafirmación refleja el compromiso del Gobierno panameño con la soberanía de la vía interoceánica, considerada no solo un motor económico, sino también un emblema nacional. El canal aporta aproximadamente el 6% del PIB de Panamá y es responsable del 5% del comercio marítimo mundial, consolidándose como un pilar de la economía panameña.
Además de ser un símbolo de soberanía, el Canal de Panamá es clave para el desarrollo económico y social del país. Su operación genera el 20% de los ingresos fiscales de Panamá y conecta a más de 140 rutas marítimas, haciendo posible el comercio entre Asia, Europa y América.
Mulino destacó que, aunque el canal enfrenta desafíos como el cambio climático y la competencia internacional, su administración seguirá priorizando el bienestar de los panameños y su contribución al comercio global. “El canal es panameño y siempre lo será. Su éxito es el reflejo de la determinación de una nación que sabe cómo gestionar su futuro”, concluyó el mandatario.
