Las salarios de los trabajadores se verán ligeramente reducidos desde mañana miércoles, por lo que los cambios se verán directamente reflejados a partir del 1 de enero de 2025. Por norma general, en cada nómina nos encontraremos una serie de deducciones o retenciones que hacen que nuestro salario neto sea menor al salario bruto que percibimos por nuestro sueldo base.
Estas nuevas reducciones fiscales en la nómina tienen que ver con que España tiene 21,32 millones de personas trabajando y contribuyendo a la Seguridad Social, mientras que casi 9,2 millones de personas están recibiendo pensiones.
Con la llegada del nuevo año, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) sufrirá un nuevo incremento, tal y como viene haciéndolo desde 2023. Este impuesto es obligatorio para todos los trabajadores en España e incrementa su porcentaje con el paso de los años. Por ello, para este 2025, el porcentaje de nómina que se retirará de manera automática a todos los trabajadores será del 0,8%, siendo el 0,67% la contribución de las empresas y el 0,13% la contribución de los trabajadores.
En este sentido, el MEI se trata de un impuesto creado en la última reforma de las pensiones recogido en el Real Decreto ley 21/2021 de garantía del poder adquisitivo de las pensiones, que implica que el trabajador con nómina aporta un pequeño porcentaje destinado a la Seguridad Social. Este impuesto comenzó a ser aplicado en enero de 2023 para aumentar el Fondo de Reservas de la Seguridad Social, con el objetivo de fortalecer el sistema de pensiones.
En principio la idea es mantener este impuesto hasta al menos, el próximo año 2030. Además, está previsto que el porcentaje de cotización de este impuesto MEI continúe subiendo cada año hasta el próximo 2029; donde el porcentaje aportado por el trabajador subirá del 0,13% actual hasta el 0,20%. Con la cotización de este impuesto MEI se prevé recaudar de media entre 2.000 y 3.000 millones de euros al año.
En el año 2030 se revisará y analizará la necesidad de continuar o no con este impuesto hasta el año 2050. En principio, en el caso de que decidan entonces continuar con el MEI, de 2030 hasta 2050 deberían mantenerse los últimos porcentajes: la empresa abonaría un 1% y el trabajador un 0,20%, cumpliendo con la ultima subida prevista para el año 2029.
Los sueldos por encima de los 4.909 euros al mes, la base máxima de cotización que se prevé el próximo año, abonarán alrededor del 1% el próximo año a las cuentas de la Seguridad Social. Esta se aplicará a los trabajadores por cuenta ajena, pero no a los autónomos con altas ganancias, que quedaron excluidos de esta aportación.
En este sentido, la cotización adicional para los salarios más elevados se despliega por primera vez en 2025, pero se aplicará de manera progresiva en los próximos años, por lo que los porcentajes a pagar serán inferiores el próximo año.
Esta cuota se repartirá entre empresario y trabajador, aunque no en la misma proporción: en torno al 83,4% irá a cargo de la empresa y cerca del 16,6% correrá a cargo del trabajador. La "cuota de solidaridad" se implementará de manera gradual y alcanzará sus porcentajes definitivos en el año 2045. Durante este período de transición, los porcentajes irán aumentando poco a poco. Estos son los tramos.
A partir de 2025, se aplicará un 0,92% de cotización adicional al salario que exceda la base máxima hasta un 10% más; este porcentaje aumentará gradualmente hasta llegar al 5,5% en 2045.
Desde 2025, se aplicará un 1% de cotización adicional al salario que exceda entre un 10% y un 50% sobre la base máxima de cotización, porcentaje que aumentará gradualmente hasta alcanzar un 6% en 2045.
Desde 2025, se aplicará un 1,17% de cotización adicional para el tramo de salario que exceda más del 50% sobre la base máxima de cotización, y este porcentaje aumentará de manera gradual hasta alcanzar un 7% en el año 2045.
