Rusia ha prometido a las autoridades de Azerbaiyán contribuir en la investigación de las posibles causas que provocaron que el siniestro del vuelo J2-8432 de Azerbaiyán Airlines el pasado miércoles en Kazajistán, y castigar a los responsables. Así lo ha hecho saber la fiscalía de Azerbaiyán este lunes, a través de un comunicado.
El accidente se saldó con la muerte de al menos 38 personas, y 29 heridos, y varias fuentes del gobierno azerí han asegurado a EFE que la aeronave fue alcanzada por un misil antiaéreo ruso, ya que en esos momentos sus sistemas estaban respondiendo a un ataque ucraniano.
Ha sido el Fiscal General de Azerbaiyán, Kamran Aliyev, quien se ha hecho eco de las palabras del jefe del Comité de Investigaciones de Rusia, quien aseguró que "están llevando a cabo medidas intensivas para identificar a los culpables y llevarlos ante la justicia". De esta forma, desde Moscú han optado por iniciar su propia investigación sobre el trágico accidente, aunque por el momento se resisten a reconocer su posible autoría.
Pese a admitir que la ciudad de Grozni, a la que se dirigía el avión, se encontraba en alerta al ser atacada por drones ucranianos, las autoridades aéreas rusas han llegado a sugerir que el accidente se pudo ver motivado por la climatología, una explosión interna, e incluso por una banda de pájaros.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham, Alíyev, se ha mostrado disconforme con las explicaciones. En una entrevista con la televisión estatal, el mandatario las tachó de "versiones absurdas", y acusó a las autoridades rusas de "encubrir el asunto". Tan solo un día antes, Vladímir Putin se disculpó telefónicamente ante su homólogo, "por el hecho de que el trágico incidente haya ocurrido en el espacio aéreo ruso" según un comunicado.
Los resultados preliminares de la investigación llevada a cabo por la aerolínea Azerbaiyán Airlines, apuntan a que el avión sufrió "interferencias físicas y técnicas externas", no obstante, aún está por confirmarse de forma definitiva qué las causó.
Los hechos tuvieron lugar el miércoles 25, cuando el vuelo J2-8432 se vio obligado a desviarse, y realizar un aterrizaje de emergencia en Kazajistán. La aeronave, en la que viajaran 67 personas, despegó desde la capital azerí, Bakú, dirección a Grozni, capital de la república rusa de Chechenia. Según han indicado fuentes del gobierno de Azerbaiyán a EFE, el vuelo fue alcanzado por la metralla de un misil tierra-aire, cuando se encontraba en el espacio aéreo de Grozni.
Los pilotos del vuelo procedente en Bakú habrían solicitado un aterrizaje de emergencia que les fue denegado por las autoridades. Estas les desviaron a la ciudad de Aktay, en Kazajistán, donde acabó colisionando la aeronave, tras sobrevolar las aguas del caspio.
