Rodrigo Hernández sigue recuperándose de su grave lesión de rodilla, producida a inicios de temporada. Pese a este inconveniente, el jugador del Manchester City y de la selección española , y actual Balón de Oro , no quiso perderse el adiós de Jesús Navas al fútbol y al Sevilla, acudiendo con su pareja al Sánchez-Pizjuán. Ambos jugadores han mantenido una buena relación desde que coincidieran en el vestuario del equipo nacional, con la casualidad de que han defendido los colores del City en diferentes etapas. Para Rodri, quien ha lucido el brazalete de la selección, Jesús es alguien muy especial. «Había que estar. Para mí es una persona muy importante, una persona que ha marcado un antes y un después en el fútbol español y en el Sevilla», destacó. Rodri también se define como un futbolista sencillo . Fuera de los estereotipos actuales. Ha construido su carrera sin levantar la voz y con un juego que ha impresionado dentro del pragmatismo que expone en la hierba. Se ha convertido, pese a las campañas mediáticas en su contra, en el mejor jugador del mundo, según la revista France Football . Su abrazo a Jesús Navas es el reconocimiento del fútbol global a un jugador que ha sido profeta en su tierra y estrella en el mundo. «Jesús es sencillez, profesionalidad, dedicación, amor a una camiseta, amor a su país» , exponía Rodri Hernández en la zona mixta improvisada antes del inicio del acto de homenaje a Navas. «Para mí es un ejemplo en todos los sentidos, un ejemplo de valores que intento aprender . Un jugador que ha sido capaz de estar tanto tiempo al máximo nivel, y con un comportamiento ejemplar. Es único«, definió.