La trayectoria de Carlos José Miguens Bemberg está íntimamente relacionada a su familia. Hijo del arquitecto Carlos Miguens y la famosa cineasta, María Luisa Bemberg, y miembro de una de las dinastías más ricas y reconocidas en el ámbito empresarial de la Argentina, Carlos supo continuar con el legado de su tatarabuelo, Otto Peter Friedrich Bemberg, quien en 1860 fundó la destilería Franco Argentina, firma que con los años se transformaría en Cervecería Quilmes.
Sin embargo, fue la figura de su abuelo, Otto Eduardo, la referencia que guió no solo a Carlos sino a toda la familia. "El hecho de haber podido compartir mucho tiempo con mi abuelo me sirvió como guía para aprender cómo comportarme en el mundo de los negocios. Mucho más en la Argentina, donde los atajos y las banquinas están en el orden del día y hay un sector empresarial que ha vivido con una enorme cantidad de privilegios", recalcó el empresario al recibir el galardón.
De bajísimo perfil, la trayectoria de Miguens que hoy se distingue con el Premio que otorgan APERTURA, El Cronista y PwC, se puede dividir en antes y después de la reconocida empresa fabricante de cerveza que fue y aún sigue siendo sinónimo de argentinidad.
Tras liderar el legado familiar por 11 años, Miguens fue quien más lo defendió cuando el resto del clan, las otras tres ramas de la familia herederas de Otto, puso la firma para su venta en 2006.
"Fue algo muy traumático porque me tocó a mí, como presidente de la compañía, firmar el certificado de defunción de una empresa que había sido argentina por muchas generaciones, de nuestra familia. Los negocios familiares, generalmente, no duran tanto tiempo porque, de generación en generación, hay tanta gente con intereses tan dispersos, con accionistas que viven en distintos países, diferentes realidades económicas, que hace que sea muy difícil mantener todo", contó.
Cuatro años antes, la brasileña AmBev -fusión de Brahma con Antarctica- había entrado como accionista por US$ 600 millones, pero fue en 2006, cuando el gigante belga-brasileño InBev se quedó con la mítica firma argentina por U$S 1.200 millones.
En una de sus pocas apariciones en público, el cofundador y vicepresidente de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) dio definiciones de su modelo de país.
El empresario asegura que "los empresarios, en las últimas generaciones, cada uno le fue entregando a sus hijos un país peor. Para salir del ciclo, Miguens apela a la responsabilidad de todos. "La Argentina no fracasa por la culpa del vecino", es una de sus frases. Además, el empresario adhiere con la premisa obvia de que si "el país continúa haciendo lo mismo, no vamos a encontrar resultados distintos".
Justamente por eso, reclama que se mantengan las reglas, "por 30 años", dijo el aniversario de AEA hace dos años. "Más que reglas claras, se necesitan reglas consistentes. La política tiene que poner las reglas y cumplirlas", fue uno de los reclamos del empresario.
Tras la venta de Quilmes, Miguens inicia una nueva etapa como empresario y, mediante MBH, el holding que integra con sus tres hermanos, María Luisa, Cristina y Diego, meses antes de la venta de la cervecera recompra la empresa minera canadiense Meridian Gold, a través de su controlada Patagonia Gold.
"Muchas cosas ocurren mientras uno no se da cuenta. Yo viajaba a Chile y al lado siempre había un canadiense o americano que también iba al país vecino a trabajar. Yo creo en Dios y no podía creer que hubiera oro, cobre y litio de un lado de la Cordillera y no del otro".
Entonces, recordó: "Contraté a un geólogo y hoy tenemos producción de oro en Santa Cruz, donde hacemos lingotes, tenemos proyectos en varias provincias de la Patagonia. A pesar de que hay varias dificultades, generamos mano de obra, trabajo y exportaciones".
A la vez, el mismo año que vendieron Quilmes entraron al sector energético. Asociados a Merrill Lynch formaron Sadesa -empresa que, además, tiene como socios a Guillermo Reca, Eduardo Escasany (accionista del Grupo Galicia) y en ese entonces Nicolás Caputo -luego vendió su participación-, entre otros- y compraron dos de las mayores centrales de energía de la Argentina: Piedra del Águila y Central Puerto. Esta última, a principios de 2023, tras la intención fallida de quedarse con el negocio de distribución eléctrica de la italiana Enel, dueña en la Argentina de Edesur, se quedó con Central Costanera. Hoy, la energía eléctrica es el core business del grupo familiar. Sin embargo, los negocios de la familia pasaron por diferentes rubros: en 2010, vendieron la arrocera La Merced a Adeco Agro por US$ 30 millones.
Un año después se asociaron el grupo brasileño del sector alimenticio, BRF, con la entrada de este en Avex, la avícola que formaron grandes empresarios argentinos, y la compra conjunta de la marca Dánica. En 2013, Brasil Food se quedó con el total de ambas empresas.
Un negocio que aún conserva el Holding Miguens-Bemberg es la citrícola San Miguel, la mayor procesadora industrial de limones del mundo, empresa de la cual son los principales accionista junto a la familia Otero Monsegur y, en menor proporción el holding sudafricano African Pioneer Group que entró en 2023 y les permitió la entrada en ese país en medio de un proceso de reconversión de la compañía. "Se dio la oportunidad de comprar una compañía de limones hace 20 años y tuvimos la posibilidad de diversificar lo que la Argentina sabe hacer muy bien, que es agroindustria con miras a la exportación. Nosotros no hacemos satélites, aunque puede que algún día lleguemos, pero, nuestro fuerte, es la industria con sesgo exportador", dijo al respecto Miguens durante el evento en el cual repasó sus logros.
Además, la familia es dueña de campos para agricultura y ganadería en las provincias de Buenos Aires y Río Negro a través de Cantomi Agropecuaria.
Por otro lado, la familia Miguens, junto a las otras tres ramas de los herederos de Otto Bemberg, canaliza sus inversiones a través del fondo BISA que comenzó a operar en 1993 -antes de la venta de la cervecería- y en los años 90 fue uno de los fondos de inversión que se mostró más activos, mediante las adquisiciones de Caro Cuore, Barugel Azulay y Papel Misionero, entre otras.
En 2010, también a través de BISA, la familia entra en el negocio del vino con la compra de una participación de la Bodega Peñaflor, dueña de marcas como Trapiche, Santa Ana, Finca Las Moras, El Esteco, Michel Torino, entre otras.
Sobre el rol del sector privado, Miguens es contundente: "El empresariado debe buscar la forma de insertarse en las soluciones del país".