El desarrollo de un nuevo avión de combate de sexta generación de China ha captado la atención internacional tras el avistamiento de su vuelo inaugural sobre la ciudad de Chengdu. Este innovador caza furtivo sin cola se caracteriza por un diseño triangular avanzado y capacidades de largo alcance. Su primera aparición coincide con la creciente rivalidad entre China y Estados Unidos en la búsqueda de la supremacía aérea mundial.
El diseño sin cola de este avión mejora su capacidad de sigilo e incorpora innovaciones como tres motores y sensores avanzados. Según expertos, su tamaño, significativamente mayor que el del J-20, le permite transportar más combustible y armamento, lo que lo hace ideal para misiones de larga duración. Además, el prototipo podría incluir funciones autónomas, ideal en épocas donde la inteligencia artificial y la innovación tecnológica se encuentran a la vanguardia.
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El diseño del nuevo caza chino rompe con los esquemas tradicionales. Su configuración sin estabilizadores verticales, similar a la de los bombarderos furtivos B-2 y B-21, le permite evadir radares. Este innovador modelo, observado también en el programa estadounidense NGAD (Next Generation Air Dominance), demuestra su eficacia aerodinámica en misiones de largo alcance.
El avión cuenta con tres entradas de aire distribuidas estratégicamente: dos a los lados del fuselaje y una en la parte superior. Estas características permiten una operación sostenida a altas velocidades y altitudes, esenciales en escenarios de defensa estratégica. Según medios como The War Zone, su morro más amplio podría albergar una cabina de doble asiento o, incluso, permitir operaciones completamente autónomas.
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El desarrollo del avión de combate de sexta generación de China ocurre en un contexto de intensa competencia con Estados Unidos, que lidera el programa NGAD. Este programa busca implementar aviones con tecnología de sigilo avanzada, motores adaptativos y capacidad para controlar drones, una tendencia que el nuevo caza chino también parece incorporar.
La industria aeronáutica china ha demostrado ser un rival a destacar. Su prototipo Baidi o Emperador Blanco, presentado en el AirShow Zhuhai de 2022, sirvió como precursor de las innovaciones vistas en el modelo actual. A diferencia de las generaciones anteriores, este caza prioriza el sigilo, la inteligencia y la autonomía.
