El vuelo 7C2216 de Jeju Air se estrelló en el aeropuerto internacional de Muan, Corea del Sur, causando la muerte de al menos 179 personas. La torre de control emitió una alerta de colisión solo minutos antes del accidente, lo que ha generado una investigación exhaustiva sobre las causas del siniestro.
El incidente ocurrió el 29 de diciembre, cuando el avión, un Boeing 737-800, intentó aterrizar sin el tren de aterrizaje desplegado. Las autoridades han confirmado que el impacto con un ave pudo haber sido un factor determinante en la tragedia, lo que ha llevado a un despliegue masivo de recursos para investigar el accidente.
La alerta por colisión fue emitida a las 8:57 a.m. hora local, y un minuto después, el capitán del vuelo emitió una señal de "mayday". El avión se estrelló aproximadamente a las 9:03 a.m., cuatro minutos antes de lo previsto, al intentar aterrizar en una pista sin el tren de aterrizaje. Este hecho ha sido confirmado por Joo Jong-wan, director de la Oficina de Políticas de Aviación.
Las imágenes del impacto, capturadas por un testigo, muestran el momento en que el ave colisiona con el motor derecho del avión. Este evento ha sido considerado como la primera confirmación oficial de que la colisión con un ave pudo haber impedido el despliegue de las ruedas de aterrizaje, lo que resultó en el trágico desenlace del vuelo.
Un equipo de seis investigadores y nueve asesores de la Junta de Investigación de Accidentes Aéreos y Ferroviarios se encuentra en el lugar del accidente, analizando las causas del siniestro. Las dos cajas negras del avión, que contienen datos de vuelo y grabaciones de la cabina, han sido recuperadas y se espera que proporcionen información crucial para entender lo sucedido.
Hasta el momento, el accidente ha movilizado a aproximadamente 2.800 efectivos de los cuerpos de bomberos, policía, Fuerzas Armadas y Guardia Costera. La cifra oficial de muertos ha sido elevada a 176, con un total de 181 personas a bordo, incluidos seis miembros de la tripulación y 173 pasajeros surcoreanos, así como dos tailandeses. A pesar de la magnitud de la tragedia, los servicios de emergencia lograron rescatar a un miembro de la tripulación y un pasajero.
Este trágico accidente ha conmocionado a la comunidad surcoreana y ha generado un debate sobre la seguridad aérea en la región. Las autoridades están bajo presión para esclarecer las circunstancias que llevaron a esta tragedia y para implementar medidas que eviten que incidentes similares ocurran en el futuro.
La industria de la aviación se enfrenta a un escrutinio renovado, y se espera que las conclusiones de la investigación influyan en las políticas de seguridad y en la regulación de vuelos comerciales en Corea del Sur y más allá. La recuperación de las cajas negras será fundamental para entender los errores que pudieron haber contribuido a este desastre aéreo.
