Caracas. El gendarme argentino detenido en Venezuela hace casi tres semanas será procesado por “terrorismo”, informó este viernes el fiscal general venezolano. Buenos Aires calificó la acusación como “una gran mentira”.
El gobierno argentino asegura que Nahuel Agustín Gallo, de 33 años, fue arrestado el 8 de diciembre mientras ingresaba al país desde Colombia para visitar a su pareja y a su hijo, quien cumplirá dos años en enero.
El fiscal general venezolano, Tarek William Saab, afirmó en un comunicado que Gallo “intentó ingresar irregularmente (...) ocultando su verdadero plan criminal bajo el ropaje de una visita sentimental”.
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Según Saab, el gendarme es investigado “por su vinculación a un grupo de personas que intentaron, desde nuestro territorio y con apoyo de grupos de la ultraderecha internacional, ejecutar una serie de acciones desestabilizadoras y terroristas”.
Gallo también será imputado por “conspiración” y “asociación para delinquir”, declaró el fiscal, quien confirmó a esta agencia que el uniformado está recluido en Caracas.
La relación diplomática entre el presidente argentino Javier Milei y su par venezolano Nicolás Maduro ya era tensa. Caracas rompió relaciones cuando Milei desconoció la reelección de Maduro el 28 de julio.
El canciller argentino, Gerardo Werthein, afirmó en Buenos Aires que el comunicado del fiscal venezolano “manifiesta una serie de hechos que son falsos”. También señaló que el proceder de Saab es “absolutamente ilegítimo”.
Werthein calificó la acusación como “una gran mentira”. Sin embargo, destacó que el gendarme “pasó de ser un secuestrado de paradero desconocido a ser reconocido por el Gobierno”. También resaltó el papel de Brasil en las gestiones diplomáticas.
La ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, agregó que Gallo “ingresó a Venezuela en forma absolutamente legal”. Denunció que “lo ilegal fue la forma en que lo secuestraron en la frontera”.
En un segundo comunicado, Saab respondió que Bullrich y Werthein “han quedado señalados como personas de interés en la investigación”. También los acusó de formar parte de “la cadena de mando del grupo de terroristas enviados desde Argentina”.
“El comportamiento errático del gobierno argentino demuestra su vinculación con esta agresión a Venezuela que fue desactivada”, sostuvo el fiscal.
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La madre de Gallo, Griselda Heredia, participó en la rueda de prensa junto a Bullrich y Werthein. Declaró que su hijo “no hizo nada ilegal”. “Es duro como mamá que lo acusen de algo que una sabe que no es así”, lamentó.
La esposa de Gallo, María Gómez, reside en Puerto La Cruz (este de Venezuela) desde hace siete meses por “razones personales”. En una entrevista radial, manifestó que ella y su familia están “muy angustiados”.
Un tribunal federal en Mendoza exhortó el martes a Caracas a informar sobre el paradero de Gallo. Denunció su “desaparición forzada” y afirmó que el caso se enmarca en el principio de “jurisdicción universal”, lo que podría abrir un proceso contra Venezuela por delitos de lesa humanidad.
En su primer comunicado, Saab cuestionó esta “resolución judicial”. “Dejan clara la complicidad de las autoridades de esa nación en los planes subversivos contra el Estado venezolano”, indicó.
Tras la ruptura de relaciones, la embajada argentina en Caracas es custodiada por Brasil. En marzo, seis colaboradores de la líder opositora venezolana María Corina Machado buscaron refugio en esa sede diplomática tras ser acusados de “terrorismo”.
Uno de ellos renunció al asilo el jueves pasado y se entregó a las autoridades. Los cinco restantes esperan un salvoconducto para abandonar el país.
