España es un país que dispone de monumentos y lugares únicos en Europa y en el mundo, lo que destaca todavía más el poderío de la cultura e historia de nuestro país. El territorio español no envidia a ningún otro lugar de nuestro planeta, y fruto de ellos son los múltiples ejemplos que podemos encontrar de norte a sur, que refleja tanto el modernismo y la vanguardia española como la Edad Antigua. Esto hace que la Península Ibérica, y más concretamente España, cuente con el edificio más antiguo registrado en Europa.
La Naveta des Tudons se encuentra a unos pocos kilómetros de Ciutadella, en la carretera hacia Mahón, situada en la isla de Menorca. Se trata de uno de los monumentos funerarios más antiguos de Europa y una joya del periodo prehistórico balear, que data aproximadamente del 1.200 antes de Cristo durante la Edad del Bronce. Sin lugar a dudas, un testimonio fascinante de las civilizaciones que habitaron las islas hace miles de años, formando parte de la cultura talayótica, que floreció en Menorca y Mallorca.
Su nombre procede de "pequeña nave" en catalán, y es que tiene la forma de una nave invertida. Asimismo su estructura recuerda a una embarcación boca abajo debido a su diseño alargado y curvado. Consta de dos niveles: un espacio inferior y un corredor superior, construidos con grandes bloques de piedra caliza y cuya precisión en el ensamblaje demuestra que se podría haber utilizado la técnica conocida como "piedra seca". Llega a los 4,5 metros de altura y 6,5 metros de anchura. Su longitud es de unos catorce metros de largo.
La Naveta des Tudons fue utilizada como tumba colectiva. Aunque conocida localmente durante siglos, no fue objeto de interés arqueológico hasta el siglo XX. Asimismo, excavaciones en la década de 1950 revelaron su importancia histórica y cultural. Las investigaciones encontraron restos humanos de al menos un centenar de personas, junto con objetos funerarios como cerámicas, botones de hueso y bronce y adornos personales, lo que sugiere que tenía un uso ritual y cultural significativo para la comunidad que la construyó.
También esta naveta le acompaña una curiosa leyenda. Según la tradición local, dos gigantes rivales competían por el amor de una mujer. Por ello, uno construyó la naveta para demostrar su habilidad, pero tras terminarla, se enteró de que su amada había muerto, por lo que la ira le pudo y lanzó una piedra al pozo donde se encontraba el otro gigante, iniciando la leyenda popular asociada a la naveta.
En sí, el edificio representa la capacidad organizativa y los conocimientos arquitectónicos de las culturas prehistórica de Menorca. Fue construida antes de la introducción de los metales en la región, pues se utilizó solo piedra y madera.
Forma parte del conjunto de bienes talayóticos de Menorca propuestos para ser reconocidos por la UNESCO. En total, Menorca cuenta con más de 1.500 yacimientos en solo setecientos kilómetros cuadrados de superficie, aunque para tal candidatura se han seleccionado los que mejor representan la prehistoria de la isla.
El monumento, a pesar de su tamaño, no es habitable, y nunca fue utilizada como vivienda, solo como uso funerario y ritual. Algunas teorías sugieren que su orientación podría tener relación con observaciones astronómicas, aunque esto no está confirmado. Así, se puede visitar y está abierta al público.