Varios residentes en Melilla se han visto expuestos a un fraude al descubrir que el viaje Hajj (peregrinación a La Meca), organizado por un ex funcionario marroquí, fue financiado originalmente con donaciones reales proporcionadas de forma gratuita por el rey Mohammed VI y, sin embargo, se les cobraron los gastos de dicho viaje y estancia.
El diario Al-Sabah informa de que el ex funcionario supervisaba la organización de las listas de peregrinos procedentes de Ceuta y Melilla, pero que varios de ellos residentes en Melilla pagaron sumas de dinero para ser incluidos en la relación de beneficiarios por un importe superior a 60.000 dirhams (5.700 euros).
Cuando los peregrinos llegaron a Arabia Saudita, descubrieron que estaban entre los beneficiarios de los regalos reales, ya que fueron recibidos como bendecidos con el Hajj del Rey. Sin embargo, los peregrinos no recibieron ningún recibo por las cantidades pagadas a los organizadores, mientras que en el aeropuerto de Rabat-Salé, antes de su viaje, recibieron tan solo una cantidad en riales saudíes como gastos que no superaba los 500 euros, lo que levantó sospechas sobre la gestión de los organizadores.
La misma fuente explicó que años después de que estos peregrinos viajaran a Arabia Saudita, exigieron ser incluidos nuevamente en las listas del Hajj para la temporada 2024, pero el comité organizador confirmó que previamente se habían beneficiado del regalo real, por lo que fue imposible incluirlos nuevamente en la lista, “lo que llevó a varios de ellos a rebelarse contra el Hajj”. Los organizadores enfatizaron que no se beneficiaron de ninguna donación, sino que pagaron todos los gastos del Hajj con sus propios fondos.
El periódico asegura que la inteligencia española había recibido información sobre la manipulación de donaciones reales en las dos ciudades autónomas, lo que la llevó a abrir una investigación incluso entre las comunidades musulmanas. También comenzó a monitorear los movimientos del comité organizador del Hajj, incluido el ex funcionario y una de las mujeres sospechosas de participar, luego de que se difundiera información que afirmaba que los organizadores se beneficiaron de grandes sumas de dinero a cambio de incluir a quienes deseaban realizar el Hajj.
La misma fuente –agrega el periódico--reveló que el motivo de la intervención de la inteligencia española se debe a la sospecha de que los fondos recaudados en nombre del Hajj podrían utilizarse con fines políticos contra España; uno de los organizadores había intentado anteriormente participar en las elecciones de 2011 en Melilla a través de un familiar suyo que fue presentado en la lista de un partido político. Las investigaciones de los servicios de seguridad españoles también incluyeron a una conocida “empresaria” en Ceuta que colabora con el gobierno en trabajos caritativos.
Por su parte, fuentes marroquíes consultadas por LA RAZÓN, han señalado que “este caso plantea una serie de problemas relacionados con la ética, la corrupción y el abuso de confianza, especialmente en un contexto tan sensible como el Hajj, un pilar fundamental del Islam”. Y subrayaron los siguientes aspectos preocupantes.
1. Manipulación de donaciones reales. Las donaciones reales ofrecidas por el Rey Mohammed VI para facilitar el Hajj a ciudadanos de Ceuta y Melilla se destinaron a personas seleccionadas por los organizadores. Sin embargo, algunos de estos peregrinos tuvieron que pagar grandes sumas para ser incluidos en la lista, lo que constituye un fraude.
2. Falta de transparencia. Los peregrinos afectados no recibieron comprobantes de las cantidades pagadas, lo que sugiere una falta de rendición de cuentas y posible malversación por parte de los organizadores.
3. Investigación por Inteligencia española. La intervención de las autoridades españolas refleja la gravedad del caso, especialmente ante la sospecha de que los fondos recaudados puedan ser utilizados para fines políticos o de inteligencia. Esto tiene implicaciones importantes para la seguridad nacional.
4. Impacto en los peregrinos. Los peregrinos afectados no solo fueron estafados, sino que también se les negó la posibilidad de beneficiarse nuevamente del programa, lo que generó un descontento legítimo.
5. Implicación de exfuncionarios y empresarios. La participación de un exfuncionario marroquí y otros colaboradores, incluidas figuras locales de Ceuta y Melilla, muestra cómo las redes de corrupción pueden extenderse entre distintas comunidades y sectores.
6. Reputación del Programa de Donaciones Reales. Este tipo de escándalos pone en entredicho la legitimidad y transparencia de iniciativas benéficas reales, lo que podría generar desconfianza entre los ciudadanos.
