El multimillonario Elon Musk ha generado controversia en Alemania tras publicar un artículo de opinión en el dominical Welt am Sonntag, donde expresó su apoyo al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). Musk calificó a este partido como “el último rayo de esperanza” para el país y defendió su política de “inmigración controlada” y “reducción de impuestos”.
La publicación provocó la renuncia de Eva Marie Kogel, jefa editorial del medio, quien manifestó su desacuerdo con el contenido. “Hoy apareció un texto de Elon Musk en el Welt am Sonntag. Ayer, presenté mi renuncia después de la impresión”, declaró Kogel, en un mensaje en la red social X, propiedad de Musk.
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En su columna, Elon Musk argumentó que Alemania enfrenta un “colapso económico y cultural” y consideró que la AfD es la solución para revertir esta situación. Elogió sus propuestas económicas de desregulación del mercado y su enfoque migratorio, que describió como una alternativa necesaria ante lo que percibe como una crisis nacional.
Musk también cuestionó las acusaciones de extremismo contra el partido, señalando que “la calificación de extrema derecha es claramente falsa” y mencionó que Alice Weidel, líder de la AfD, tiene “una pareja del mismo sexo de Sri Lanka”. Estas afirmaciones fueron criticadas por minimizar los antecedentes y discursos controvertidos de la formación política.
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La publicación coincidió con un contexto político tenso en Alemania, en plena campaña electoral para las elecciones anticipadas de febrero de 2024. Encuestas recientes posicionan a la AfD con un 19% de intención de voto, con lo cual se consolida como una fuerza relevante en el panorama político.
La controversia escaló cuando Jan Philipp Burgard, nuevo redactor jefe de Die Welt, refutó las declaraciones de Musk. Burgard declaró que “incluso un genio puede cometer errores” y describió a la AfD como “un peligro para nuestros valores y nuestra economía”. Recordó además que uno de los líderes del partido, Björn Höcke, ha sido condenado por usar eslóganes prohibidos de origen nazi.
La Asociación de Periodistas Alemanes (DJV) criticó duramente la decisión editorial de publicar el artículo, calificándola como “publicidad electoral”. “Los medios de comunicación alemanes no deben permitir que se les manipule como portavoces de los autócratas y sus amigos”, declaró su dirigente, Mika Beuster. Estas declaraciones reflejan la preocupación por el impacto de figuras como Musk en el debate político y mediático.
El grupo Axel Springer, propietario de Die Welt, enfrenta ahora un escrutinio público, dado su papel como uno de los conglomerados mediáticos más influyentes del país. La renuncia de Kogel y las tensiones internas en el periódico ilustran los dilemas éticos que surgen al equilibrar la libertad de expresión con la responsabilidad editorial.
