El fichaje de
Sam Dekker por el
Joventut entusiasmó a la afición del equipo badalonés en unas semanas de acumulación de lesiones y bajas en las posiciones interiores. Esa ilusión, sin embargo, parece superada con creces por la pasión que el jugador y su esposa,
Olivia Harland, están sintiendo por la ciudad y sus alrededores.
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