La Asamblea Nacional de Corea del Sur, controlada por la oposición, votó por destituir al presidente interino del país, Han Duck-soo, agravando aún más la crisis política desencadenada por la imposición de ley marcial por parte del presidente Yoon Suk Yeol y su posterior juicio político.
La apertura del juicio político a Han significa que será despojado de los poderes y deberes presidenciales hasta que el Tribunal Constitucional decida si lo destituye o lo restituye. La corte ya está revisando el caso de Yoon por la imposición de la ley marcial.
Los procesos contra los dos principales funcionarios del país agravan la crisis política y profundizan la incertidumbre económica y dañan la imagen internacional de Corea del Sur.
La Asamblea Nacional unicameral aprobó la moción de destitución de Han con 192 votos a favor y ninguno en contra.
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Los legisladores del partido gobernante, el Partido del Poder Popular, boicotearon la votación y se reunieron alrededor del podio donde estaba sentado el presidente de la institución, Woo Won Shik, gritando que la votación era “inválida” y exigiendo su renuncia. No se reportaron actos de violencia ni heridos.
Los legisladores del PPP protestaron después de que Woo convocó la votación sobre la moción de destitución de Han tras anunciar que su aprobación requería una mayoría simple de los 300 diputados, y no una mayoría de dos tercios como afirmaba el partido.
La mayoría de los funcionarios surcoreanos pueden ser destituidos por el parlamento con un voto aprobado por mayoría simple, pero en el caso de un presidente se necesitan dos tercios. No hay leyes concretas para un presidente interino.
En un comunicado, Han dijo que su destitución era “lamentable” pero afirmó que respeta la decisión de la asamblea y suspenderá sus funciones para “no añadir más confusión e incertidumbre”.
El ahora expresidente interino de Corea del Sur agregó que esperará una “decisión rápida y sabia” del Tribunal Constitucional.
Los poderes de Han quedarán oficialmente suspendidos cuando se le entreguen copias de su documento de destitución a él y al Tribunal Constitucional.
El viceprimer ministro y ministro de Finanzas, Choi Sang-mok, asumió el cargo.
Más tarde este viernes 27 de diciembre, la oficina de Choi anunció que había instruido a los militares para que aumentaran su preparación para ayudar a evitar que Corea del Norte malinterprete la situación y lance provocaciones.
También ordenó al Ministerio de Exteriores que informe a Estados Unidos, a Japón y a otros socios de que su política exterior no ha cambiado.
Han, quien fue nombrado primer ministro por Yoon Suk Yeol, asumió la presidencia de forma interina después de que la Asamblea votó hace aproximadamente dos semanas a favor de la apertura de un juicio político contra Yoon, un conservador, por su breve imposición de ley marcial el 3 de diciembre.
Han entró rápidamente en conflicto con el principal partido de oposición liberal, el Partido Democrático, mientras se resistía a los esfuerzos liderados por los opositores para cubrir tres vacantes en el Tribunal Constitucional; abrir una investigación independiente sobre el decreto de ley marcial de Yoon, y legislar proyectos de ley a favor de los agricultores.
En el centro de la disputa está el pedido del Partido Democrático para que Han apruebe las nominaciones del parlamento para tres nuevos jueces del Constitucional que restauren a sus nueve miembros antes de su fallo sobre Yoon.
Este es un tema políticamente sensible porque la decisión de la corte para cesar a Yoon necesita el apoyo de al menos seis magistrados, e incorporar más a la institución probablemente aumentará las posibilidades para su destitución.
Los aliados políticos de Yoon en el Partido del Poder Popular se oponen al nombramiento de los nuevos jueces alegando que Han no debería ejercer la autoridad presidencial para esas designaciones, mientras que Yoon no haya sido retirado formalmente del puesto.