El Betis busca sin descanso ingresos con los que poder afrontar una futura mejora a su actual plantilla en el mercado invernal siempre supeditadas a posibles salidas previas y una pasaba por un traspaso a corto plazo de uno de sus exjugadores, Juan Cruz, que ahora difícilmente se producirá, al menos bajo el contexto del mes de enero, en el que el extremo venía posicionándose con mucho ruido merced a su rendimiento individual al interés de clubes del extranjero muy pendientes de una de las grandes sensaciones ofensivas en lo que llevamos de LaLiga 2024-25. Un contexto que compete directamente a la parte económica del Betis, que se guardó un porcentaje de una hipotética operación que de momento no se producirá a no ser que llegue una oferta fuera de mercado a las oficinas de Butarque, ya que en dicha ciudad madrileña consideran al exjugador del Betis un pilar elemental de cara a su objetivo que es la salvación en la máxima categoría del fútbol español. Se recuerda en este sentido que el Leganés es el 15º clasificado del campeonato pero está a tres puntos de la zona de descenso que marca el Espanyol, siendo el Valencia con 12 puntos penúltimo de la tabla y el Valladolid, farolillo rojo con esas mismas unidades. Aún es temprano para elevar nada a definitivo a la vista de que el mercado ni ha dado comienzo y que todas las piezas vienen situándose sobre el tablero de todos los clubes, también el del Betis, pero el Leganés ha querido expresarle al propio atacante hispano-argentino que sus intenciones no pasan por traspasarlo al menos hasta la ventana estival, de modo que el Betis deberá aguardar pacientemente para percibir íntegramente el 40 por ciento del futuro traspaso, que no de la plusvalía, por el que quedó pactado el último pase del futbolista cuando militaba en Heliópolis tras una exitosa cesión que concluyó con la adquisición en propiedad por el Leganés habiendo fijado antes una cláusula de rescisión valorada en 30 millones de euros, cifra que a buen seguro sería negociada en cualquier caso con la entidad que estuviese dispuesta a hacerse con los servicios del centrocampista, que está tasado entre los ocho y diez millones de euros, algo que permitiría ingresar a la entidad verdiblanca ese 40 por ciento del montante final de esa posible operación, estimando entre los casi cuatro millones de euros que nada mal vendrían al Betis, pero que apuntan más a verano ya que a los movimientos que se den en el primer mes de 2025. Consideraba por su lado Cruz a sus 24 años que era un buen momento para atender llamadas ajenas a sabiendas de que también beneficiaría a un Leganés muy atento a generar plusvalías para fichar nuevas caras y a un Betis que tiene a Assane y otros elementos de su plantilla como solución para darle una vuelta a la configuración de la plantilla verdiblanca, que mantiene los retos al alza al estar vivo en las tres competiciones en las que ya está inscrito desde el arranque del curso. Y que por tanto tendrá que buscar precisamente en sus principales activos desde dentro de la plantilla la manera de generar ingresos con los que poder ofrecer algún relevo de calidad en distintas posiciones que se vienen tanteando a través de sus agencias de representación y sus clubes propietarios. Trabaja el Betis en ese sentido con listas cortas en muchas demarcaciones dada la alta imprevisibilidad del mercado, con el fin de que cuando se produzca alguna salida tenga el trabajo hecho con el propio futbolista para cerrar su llegada, aunque aún es temprano para hablar de la cercanía de nombres propios, dado el volumen de ofrecimientos a los que se viene añadiendo además la agilidad de la comisión deportiva para buscar posibles refuerzos y oportunidades de mercado.