La licencia de conducir es un documento esencial que todos los conductores deben poseer para poder circular por las avenidas y rutas de Argentina.
Además del registro, los propietarios de vehículos deben tener actualizada la Verificación Técnica Vehicular (VTV), así como el DNI, cédula verde o azul y un seguro, que son requisitos indispensables para circular.
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El registro tiene una validez que depende de la edad del conductor y puede ser solicitado desde los 16 años. A partir de los 70, se requerirán pruebas para su renovación y su duración será menor.
La ley establece que los adultos mayores de 65 años que renueven su permiso podrán conducir por tres años, mientras que aquellos que superen los 70 deberán hacerlo anualmente.
Ley Nacional de Tránsito 24.449 señala que a partir de los 65 años se acorta la vigencia y los Centros Emisores de Licencias de cada provincia y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) serán los responsables de definir los plazos.
La ley de tránsito 24.449 establece que "no se puede conceder licencia profesional por primera vez" a individuos que tengan "más de sesenta y cinco años". Sin embargo, los adultos de esa edad podrán renovar su licencia, siempre que la autoridad competente que emite el carnet evalúe cada situación a través de un examen psico-físico.
El Decreto 532/09 que regula la ley de tránsito en la provincia de Buenos Aires establece que las personas mayores de 70 años deberán renovar su registro anualmente y realizar exámenes teóricos y psicofísicos.
Es importante destacar que el curso práctico de manejo no será un requisito para obtener la licencia de conducir.
La ley de tránsito 24.449 establece que los conductores mayores de 65 años no podrán obtener la licencia de conducir por primera vez. Sin embargo, aquellos que ya poseen el registro podrán renovarlo sin inconvenientes.
Es importante mencionar que, además de los requisitos mencionados, los conductores deben estar al tanto de las normativas locales que pueden variar entre provincias, ya que cada jurisdicción tiene la facultad de establecer regulaciones adicionales.
Por ejemplo, algunas provincias pueden exigir cursos de educación vial o capacitaciones específicas para conductores mayores, con el fin de promover una conducción más segura.