El telescopio espacial James Webb captó imágenes de un "centauro" en el espacio, que lejos de relacionarse con la mitología, se trata de una mezcla híbrida entre un asteroide y un cometa (hecho que originó su nombre).
Se trata de 2060 Quirón, uno de los tantos objetos espaciales misteriosos que orbitan entre Júpiter y Neptuno, y del que, gracias al James Webb, ahora conocemos un poco más sobre su química y la actividad de su superficie.
Si bien hubo otros hallazgos de "híbridos" en el espacio, Quirón fue el primer centauro descubierto por la humanidad en 1977. Asimismo, los científicos del Instituto Espacial de Florida de la Universidad de Florida Central (Estados Unidos) han descubierto en los datos de Webb que Quirón tiene una química superficial diferente a la de otros centauros.
A diferencia de los demás, se demostró que la superficie de Quirón tiene tanto dióxido de carbono congelado como monóxido de carbono en su núcleo helado, así como dióxido de carbono y metano en la nube de gas circundante.
"Estos resultados no se parecen a nada que hayamos visto antes", explicó Charles Schambeau de la Universidad de Florida Central y líder del trabajo. A su vez, los hallazgos se detallan en un estudio publicado en la revista Astronomy & Astrophysics y aportan información sobre la composición de estos objetos que se remontan a los primeros días de nuestro sistema solar.
De esa manera, funcionan como una especie de "cápsulas del tiempo", que preservan información de esa etapa temprana y pueden aportar datos valiosos sobre cómo era el sistema solar en el pasado.
Por su parte, las observaciones del telescopio James Webb revelaron la coexistencia de hielos primordiales, como el metano y el agua, y compuestos más nuevos formados a través de procesos superficiales; por lo que Quirón, destaca no solo por poseer una actividad semejante a la de un cometa, sino también a posibles anillos de escombros.