En una conmovedora historia de reencuentro familiar, un ciudadano estadounidense volvió a ver a su familia biológica en Nueva York luego de 75 años y descubrió que tenía varios hermanos después de haber sido adoptado a los tres meses de edad. Este hallazgo se produjo justo a tiempo para las festividades navideñas, convirtiéndose en un verdadero "milagro de Navidad" para él. En la siguiente nota te contamos todos los detalles.
El hombre, quien pensó que era hijo único durante la mayor parte de su vida, voló desde Carolina del Norte a Rochester, Nueva York, donde se reunió con algunos de sus medios hermanos. La emoción de conocer a su familia biológica fue notoria. "Toda mi vida soñé con tener hermanos en algún lugar”, preció. Su historia resuena con la esperanza y la alegría de las reuniones familiares, principalmente en esta época del año.
Nacido en Buffalo, Nueva York, en 1949, Handshaw fue adoptado a una edad temprana y disfrutó de una infancia feliz en USA. Sin embargo, siempre sintió la curiosidad de conocer sus raíces. La situación cambió en 2020, cuando se hizo pública una ley que permitía a los adoptados acceder a sus certificados de nacimiento originales. Ante ello, Handshaw recibió su certificado en agosto de este año, lo que le permitió descubrir el nombre de su padre biológico, Robert “Bud” Romig.
La búsqueda de su padre biológico llevó a Handshaw a un descubrimiento inesperado: no solo encontró a su padre, sino que también se enteró de que tenía varios hermanos. “Lo primero que hice cuando supe el nombre de mi padre fue buscarlo en Google y apareció su obituario”, explicó Handshaw. Desde aquel momento, el norteamericano comenzó a conectar con sus medios hermanos, lo que culminó en el emotivo encuentro en el aeropuerto.
Handshaw decidió contactar a Gary Romig, uno de los hijos adoptados de su padre. La llamada se llevó a cabo en un momento de sorpresa y emoción. Gary, que no reconoció el número, decidió contestar y se encontró con la revelación de que tenía un nuevo hermano. “Casi nunca contesto el teléfono si no reconozco el número. Pero por alguna razón, contesté”, detalló Gary sobre ese momento clave.
Curiosamente, la conexión fue instantánea. Handshaw envió una foto de sí mismo a Gary, quien inmediatamente reconoció el parecido con su padre. “Dijeron: ‘¡Es papá!’”, dijo Handshaw. Este primer contacto fue el inicio de una nueva etapa en la vida de ambos, marcando el comienzo de una relación que se fortalecería con el tiempo.
Sin duda, el reencuentro no solo fue un momento de alegría personal, sino también una oportunidad para conectar con más de 50 familiares que desconocía hasta principios de este año. Handshaw, quien no tiene hijos propios, se sintió entusiasmado por el amor y la aceptación de su nueva familia, afirmando que nunca había experimentado una "efusión de amor incondicional" como la que recibió en este encuentro.
Si bien Handshaw no pasó la Navidad con su nueva familia, ya tiene planes para el futuro. “Vamos a ir a acampar juntos este verano”, relató, escenificando su entusiasmo por las nuevas relaciones que ha formado. Además, él y sus hermanos han creado un chat grupal donde se comunican diariamente, lo que marca el deseo de mantener viva la conexión recién descubierta.
La historia de Dixon Handshaw es un recordatorio de que nunca es tarde para encontrar a la familia y que los lazos de sangre pueden ser una fuente de alegría y amor. “Tuve unos padres adoptivos estupendos. Eran maravillosos. Los quiero y los extraño, pero siempre quise tener hermanos y ahora los tengo”, manifestó Handshaw, quien nunca imaginó que su vida daría un giro tan considerable a esta edad.
