El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha condenado el reciente ataque de Rusia contra Ucrania, que tuvo lugar durante la celebración de la Navidad. En respuesta, ha ordenado al Pentágono incrementar el envío de armamento a Kiev para fortalecer su defensa.
Este ataque, calificado por Biden como "indignante", busca interrumpir el acceso de los ucranianos a servicios esenciales como la calefacción y la electricidad en medio del invierno. La administración estadounidense ha intensificado sus esfuerzos para apoyar a Ucrania, especialmente tras el temor de que la política de ayuda pudiera cambiar con la llegada de un nuevo gobierno.
Más de 170 misiles y drones rusos impactaron en diversas regiones de Ucrania, causando daños severos en la infraestructura eléctrica y dejando al menos un muerto y varios heridos. La comunidad internacional observa con atención la escalada del conflicto.
"Permítanme ser claro: el pueblo ucraniano merece vivir en paz y seguridad, y Estados Unidos y la comunidad internacional deben seguir al lado de Ucrania hasta que triunfe sobre la agresión de Rusia", añadió Joe Biden, que en menos de un mes cederá el puesto a Donald Trump.
Durante la mañana del ataque, se registraron impactos en varias ciudades, incluyendo Kharkiv y Dnipropetrovsk. El gobernador de una de las regiones afectadas, Segiy Lysak, denunció que “el enemigo está intentando destruir el sistema energético de la región”. Este ataque se suma a una serie de ofensivas que han marcado el año, siendo la decimotercera a gran escala.
El general Keith Kellogg, designado por Donald Trump para asuntos relacionados con Rusia y Ucrania, expresó su rechazo a las imágenes de destrucción y subrayó que “la Navidad debería ser un tiempo de paz”. Kellogg instó a la comunidad internacional a seguir de cerca las acciones de ambos lados, reafirmando su compromiso por la paz en la región.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, condenó la ofensiva rusa, calificándola de “inhumana” y señalando que “Putin eligió deliberadamente la Navidad para atacar”. Esta declaración resalta la brutalidad del ataque y su impacto en la población civil, que se encuentra en medio de una crisis humanitaria.
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania también se pronunció, denunciando la ofensiva como parte de una estrategia de “terror navideño” orquestada por el Kremlin. La jefa de la región de Ivano-Frankivsk lamentó que “nada es sagrado para el país agresor”, reflejando la indignación generalizada ante la situación.
Biden ha dejado claro que “el pueblo ucraniano merece vivir en paz y seguridad”, reafirmando el compromiso de Estados Unidos y la comunidad internacional de apoyar a Ucrania en su lucha contra la agresión rusa. La orden de aumentar los envíos de armamento incluye “cientos de misiles de defensa antiaérea”, que se sumarán a las entregas ya previstas.
Este apoyo militar es crucial para que Ucrania pueda defenderse de los ataques rusos y proteger su infraestructura vital durante el invierno. La situación en el país sigue siendo crítica, y la comunidad internacional continúa monitoreando los acontecimientos con preocupación.
