El Papa Francisco abrió este jueves una nueva Puerta Santa en la cárcel de Rebibbia, en Roma, como parte del Jubileo que se celebra cada 25 años. Este gesto simbólico tiene como objetivo llevar esperanza a las personas encarceladas.
La Puerta Santa de Rebibbia se suma a las cuatro tradicionales Puertas Santas en Roma: las de la basílica de San Pedro y las basílicas de San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor. Durante el Año Santo, los peregrinos pueden atravesar estas puertas para obtener la indulgencia, el perdón de los pecados.
"Quería que la segunda Puerta Santa estuviera aquí, en una cárcel. He querido que cada uno de nosotros, que estamos aquí dentro y fuera, tengamos la oportunidad de abrir de par en par las puertas de nuestro corazón y comprender que la esperanza no defrauda", comentó el Papa Francisco antes de atravesar la puerta y entrar en la capilla de la cárcel donde se celebraba la misa.
Al igual que en la ceremonia del 24 de diciembre en la basílica de San Pedro, el Papa tocó la puerta con el puño para abrirla, y la atravesó a pie con la ayuda de un bastón, informa Efe. Estuvo acompañado por el obispo auxiliar de Roma, Benoni Ambarus, en una misa a la que asistieron unos 300 reclusos y miembros del personal de la policía penitenciaria.
Este acto marca el inicio del primer Año Santo ordinario del Papa Francisco, que concluirá el 6 de enero de 2026. Las otras Puertas Santas de Roma se abrirán el 29 de diciembre en San Juan de Letrán; el 1 de enero en Santa María la Mayor y el domingo 5 de enero de 2025 en San Pablo Extramuros sin la presencia del pontífice.
El Jubileo o "Año Santo" en la tradición católica es un tiempo para fortalecer la fe y la solidaridad, en el que la Iglesia concede algunas indulgencias o el perdón de los pecados a todos aquellos que realicen obras de caridad y atraviesen algunas de las Puertas Santas, ya sea en San Pedro o en las basílicas romanas.