Ivana Andrés (Aielo de Malferit, Valencia, 1994) fue la capitana que levantó la Copa que reconocía a España como campeona del mundo por primera vez y también fue la primera capitana del Real Madrid. Este verano tuvo que salir del club madridista y Montse Tomé no cuenta con ella para la selección, pero ella mira al presente con una sonrisa y sigue disfrutando del fútbol en el Inter de Milán. Además, comparte su experiencia con niños y niñas en el clinic que lleva su nombre y que imparte estos días junto a Juanjo Vila, entrenador del Madrid CFF. Ya lo hizo en Madrid y ahora, en Valencia.
¿Cómo es su experiencia en Italia?
Muy bien, muy contenta, muy a gusto. Es una buena experiencia tanto a nivel personal como futbolístico y desde el primer momento que hubo contacto con el Inter, con la directiva, siempre noté cariño, me sentí valorada, me sentí querida y la verdad es que estoy muy a gusto en el equipo con las compañeras, con el cuerpo técnico y con el club.
¿Hay muchas diferencias entre el fútbol italiano y el español?
No. es verdad que hay ciertos matices, que allí tácticamente se trabaja mucho más, es todo mucho más táctico, pero la Liga es similar aunque aquí hay más equipos, allí sólo somos diez, el año que viene ya serán doce, una liguita más corta, eso es diferente, pero en todo lo demás es muy parecida.
¿Le costó mucho salir del Madrid?
En el Madrid fueron cuatro años muy buenos, fui muy feliz, me sirvió como aprendizaje tanto futbolístico como personal, hubo momentos en que jugué más, momentos en que jugué menos y al final también se aprende de ello y creces como jugadora y como persona, pero en el Real Madrid fui muy feliz. A día de hoy cada vez que puedo veo los partidos y siempre les voy a desear lo mejor y espero que les llegue un título más pronto que tarde.
¿Echa de menos el Madrid y la Liga F?
Estoy bien. Es que estoy muy bien en Italia. Desde que debuté con 15 años en Primera División han sido muchos años aquí en España y ahora vivo otra experiencia, conociendo otro país, otra Liga, y la verdad que muy bien.
¿Cómo ha organizado su vida personal con su mujer y con su hija?
Nos hemos ido allí las tres. Mi mujer y mi hija están allí conmigo desde el primer día y mi hija ha empezado la guardería. El primer año estaba con nosotras en casa, con mi mujer, y ahora va a la guardería allí en Italia, así que va a ser bilingüe o trilingüie. Para mí que ellas estén allí es muy importante porque son mi apoyo y son mi familia y no hubiera dado el paso de irme yo sola. No se me pasaba por la cabeza porque ellas son las dos personas más importantes de mi vida y somos muy felices.
¿Cómo se le ocurrió organizar un clínic?
Siempre he tenido ahí el runrún de hacer algo diferenciador, algo único, que no hubiera, porque hay muchos clínics de tecnificación, pero aquí trabajamos algo que no se trabaja, que es la tactificación. Son aspectos y fundamentos que en las escuelas, en los clubes, son más difíciles de trabajar y hemos querido dar la oportunidad a esos niños y a esas niñas que están aquí de que puedan aprender esos principios y esos fundamentos del fútbol que son detalles pero que marcan la diferencia como son ponerte bien en un perfil, defender bien una pared o envolver o mirar y ver antes de recibir o de pasar un balón. Son principios y fundamentos que son más difíciles de trabajar en una escuela o en un club y aquí queríamos trabajar eso porque prácticamente nadie los trabaja y yo esos conceptos, esos principios, esos fundamentos los he aprendido con 28 años, hace dos años gracias a que conocí a Juanjo Vila, que es el director técnico del clínic y él me los ha enseñado. Yo quería dar a los niños y niñas esa oportunidad de que puedan aprender esos principios y esos fundamentos del fútbol antes que yo y así poder ser mejores,
¿Juanjo ha sido fundamental para el clínic?
Yo lo tenía clarísimo. Siempre se lo digo a él y me gusta decirlo porque cuando lo conocí dije «ahora sé realmente cuándo he jugado bien un partido de fútbol» porque él me ha enseñado esos detalles del fútbol que marcan la diferencia: a perfilarme bien, a marcar, a envolver, a mirar, todos esos pequeños detalles que marcan la diferencia y Juanjo tiene un currículum que no hace falta describir en el fútbol masculino y él se enamoró del fútbol femenino a cuando me conoció a mí. Juanjo para mí ha sido todo, es una pena que lo haya conocido un poco tarde. Me hubiera gustado conocerlo antes para poder conocer esos principios y esos fundamentos y poderlos aplicar, pero estoy muy feliz por haberlo conocido y por haber formado el equipo que hemos formado.
¿Ha pensado en ser entrenadora?
Entrenadora a nivel profesional, nunca digas nunca, pero no. Pero a nivel de formación sí que me gusta estar con los niños, estar con las niñas, enseñarles, que aprendan y eso sí que me gusta.
¿Ha echado de menos esa formación desde pequeñas en el fútbol femenino?
Yo creo que no sólo en el fútbol femenino, aquí hay también niños, es un clínic mixto y creo que hay conceptos y fundamentos que no se trabajan por cuestión de tiempo porque es un trabajo bastante individualizado, pero yo creo que no es cuestión del fútbol femenino. En el fútbol masculino a nivel de escuelas tampoco se trabaja por eso, por el tiempo.
¿Le gustaría volver a la selección?
Lógicamente como futbolista profesional claro que me gustaría estar en la selección, pero no es una decisión que dependa de mí. Todo lo que depende de mí lo hago cada día en cada entrenamiento y en cada partido para estar en las mejores condiciones posibles por si algún día llega otra llamada de la selección, yo encantada porque defender a mi país es un orgullo y es lo que he hecho desde que tenía 15 años.
¿Le ha dado alguna explicación Montse Tomé?
No, no. Nunca.
¿La espera?
En su día me hubiera gustado, como creo que a todo el mundo, que te den los motivos por los que no vas, pero si es su forma de trabajar, de proceder, la respeto y ya está.
Sobre todo siendo la capitana de las campeonas del mundo.
Todas se lo merecen, todas las que llevamos una trayectoria y muchos años en la selección. Tampoco digo que esté llamado a todas si vas a una convocatoria y a la siguiente no vas. ¿Que me hubiera gustado? Sí, claro que me hubiera gustado que me dijera pues no te veo por los motivos que ella tenga, pero hay que respetarlo, es su forma de trabajar, de actuar y ya está, no me queda otra que respetarlo.
¿Le dolió mucho quedarse fuera de los Juegos Olímpicos?
Sí, claro. Mentiría si dijera que no. Como jugadora quiero jugar todo. Es lo único que me queda, he jugado Eurocopa, he jugado Mundiales y lo único que me queda es unas Olimpiadas. Pero no cuando vi la lista porque en la lista no esperaba verme, porque llevaba mucho tiempo sin ir a la selección. Me dolió la primera vez que no fui, la segunda y la tercera, lógicamente, pero ya no esperaba no verme en la lista porque no había estado en ninguna convocatoria.
¿Qué le falta al fútbol femenino para que la gente se enganche, teniendo en cuenta que España es campeona del mundo?
Es verdad que hemos sido campeonas del mundo y ahí ha fallado algo porque la Liga F sigue siendo más o menos igual y creo que es cuestión de mentalidad que la gente vuelva a creer, que al final somos las campeonas del mundo, que se vuelva a enganchar, que haya muchísimos más aficionados, que el fútbol femenino siga creciendo. La Liga tiene el título de profesional, pero faltan muchas cosas para sea profesional realmente. Hay que ir en esa línea, en mejorar ese producto para que a los aficionados les guste, sea atractivo y puedan unirse a la familia del fútbol femenino.
Tampoco ayuda el dominio del Barça, que no es culpa suya.
El Barça lleva trabajando muchos años, sabemos cómo es y el Real Madrid también está ahí, esta es sólo la quinta temporada y también está haciendo un buen trabajo. Al final los recursos de cada club son los que son, también pasa con el fútbol masculino, que unos tienen más dinero, otros tienen menos dinero, unos invierten más, otros invierten menos, pero la idea es que todos los clubes tengan una estructura profesional, un campo profesional, los viajes que no sean en autobús de siete u ocho horas y hay que trabajar en eso para que todos los equipos sean profesionales. El espejo en el que mirarse es el Real Madrid, el Barça, el Atlético de Madrid, que es verdad que son los clubes que tienen más dinero, pero hay que intentar llegar ahí. Rangos de dinero va a haber, pero las estructuras y todo lo que envuelve el fútbol femenino debería mejorar para que todos los equipos sean profesionales.
¿Llegará en algún momento la paz a la selección femenina?
Espero que llegue. Nosotras, como jugadoras podemos hablar en el campo y nuestro trabajo es ese, rendir en el campo, esforzarse, trabajar duro como llevamos haciendo desde muchísimos años atrás y ya está.