Situada en la provincia de Badajoz, Zafra es una ciudad que ha preservado su encanto y su relevancia histórica a través de los siglos, transformándola en uno de los lugares de interés más atractivos de Extremadura. Cariñosamente llamada la "Sevilla la Chica" debido a su arquitectura y costumbres, Zafra representa fielmente el pasado comercial y cultural de la zona. Su laberinto de callejuelas, jardines interiores, conventos y construcciones de arquitectura blanca la transforma en una ciudad singular que atrae a los turistas desde el primer instante.
El casco histórico de Zafra se asemeja a un laberinto de vías estrechas que incitan a desvanecerse entre sus rincones. La ciudad, marcada por la influencia de la arquitectura árabe, ha preservado su esencia a través de los siglos. Las calles se acortan y se mueven, mostrando viviendas blancas con adornos de colores, y jardines interiores llenos de plantas que le proporcionan un toque pintoresco y cautivador. Cada esquina de Zafra muestra su abundante pasado y su relevancia como núcleo de comercio en la Edad Media, lo que la transforma en una viva representación del pasado.
El Palacio de los Duques de Feria es uno de los monumentos más representativos de Zafra, ubicado en el corazón del casco histórico. Este grandioso palacio, con sus muros majestuosos y su arquitectura sofisticada, fue una vez hogar de la aristocracia y actualmente acoge el Parador de Turismo de Zafra. El Palacio de los Duques de Feria refleja la abundancia arquitectónica de la ciudad, con componentes renacentistas y barrocos que lo hacen un sitio perfecto para descubrir la historia de la ciudad y al mismo tiempo disfrutar de un hospedaje de alta gama. Desde su interior, los visitantes tienen la oportunidad de apreciar un fragmento de la historia de Zafra, que se manifiesta en cada uno de sus espacios.
El Convento de Santa Clara, situado justo enfrente del Palacio de los Duques de Feria, es otro de los principales puntos de interés de Zafra. Este convento, establecido en el siglo XV, posee una intensa trayectoria religiosa y cultural que se percibe en cada esquina de sus espacios. En su interior, el convento acoge un museo que brinda a los turistas la oportunidad de entender la vida diaria de las monjas clarisas que residían en el sitio. Adicionalmente, el museo brinda una fascinante perspectiva de la época de creación del convento y su relevancia en la vida espiritual de la ciudad. La tranquilidad y la paz que se experimentan en el Convento de Santa Clara son un estímulo a la introspección y al hallazgo de un componente crucial del patrimonio de Zafra.
Zafra también se distingue por sus plazas, en particular las plazas Chica y Grande, que representan los núcleos centrales de la ciudad. Alrededor de ellas se ubican algunos de los monumentos de mayor relevancia de la ciudad. Uno de estos lugares es el Hospital de Santiago, el primer hogar señorial de Zafra, que en su interior alberga una obra de arte de la Salutación del Arcángel Gabriel en su hornacina. Este hospital demuestra de manera evidente la importancia de Zafra como núcleo comercial y de salud durante siglos.
Dicho lugar está próximo a la Colegiata de La Candelaria, un edificio religioso que sobresale por su majestuoso retablo mayor, creado por Francisco de Zurbarán, el pintor del Siglo de Oro. La Colegiata es otra de las joyas invaluables de la ciudad, con una arquitectura que se origina en los siglos XV y XVI y un interior que acoge algunas de las piezas artísticas más relevantes de la zona.