Para los cristianos, la Navidad es una de las festividades más significativas, ya que conmemora el nacimiento de Jesucristo, considerado el Salvador y el Hijo de Dios. La Navidad representa un tiempo de reflexión espiritual, fe y esperanza, además de ser un llamado a practicar valores como la humildad, la generosidad y el amor al prójimo.
La celebración de la Navidad, llevada a cabo anualmente el 25 de diciembre por el nacimiento de Jesús, es considerado el mayor símbolo de la religión cristiana. Según las tradiciones, este evento habría tenido lugar en Belén, una ciudad situada aproximadamente a 10 kilómetros al sur de Jerusalén, en Israel.
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Desde al menos el siglo II d.C., existe la creencia de que el sitio donde actualmente se encuentra la Basílica de la Natividad en Belén fue el lugar donde nació Jesús. Según la tradición, este hecho estaría vinculado a una cueva específica, considerada como el lugar exacto de su nacimiento. Sobre esta cueva, se edificó la primera iglesia, lo que refuerza su relevancia histórica y religiosa, tal como detalla la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
La Basílica de la Natividad, situada aproximadamente a 10 kilómetros al sur de Jerusalén, es un lugar de gran importancia para los peregrinos cristianos. La primera iglesia en este sitio fue erigida en el año 399 d.C., pero debido a un incendio, fue reemplazada en el siglo VI por la estructura que se conserva actualmente. En la iglesia moderna aún se pueden observar mosaicos originales en el suelo, que datan del edificio inicial, lo que agrega un valor histórico y artístico significativo al lugar.
Este martes 24, cientos de fieles se reunieron alrededor de la iglesia de la Natividad, ubicada en la ciudad palestina de Belén, para marcar el inicio de las celebraciones navideñas. Sin embargo, la atmósfera estuvo marcada por la sobriedad, ya que la región se encuentra afectada por la guerra en Gaza. Esta situación ha limitado los tradicionales festejos, dejando una Navidad más apagada en comparación con años anteriores.
Debido a la constante guerra, los ciudadanos de Belén conmemoran el nacimiento de Jesús, más las celebraciones han quedado de lado por los momentos difíciles que enfrentan sus vecinos en Palestina.
Por segundo año consecutivo, las autoridades locales de Belén han optado por cancelar las grandes celebraciones públicas de Navidad debido al conflicto en Gaza. La emblemática Plaza del Pesebre carece de decoraciones y del tradicional árbol de Navidad gigante, reflejando el ambiente sombrío que predomina entre los habitantes desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás.
Mientras tanto, en el Vaticano, el papa Francisco inaugurará este martes el Año Santo 2025, un evento de relevancia internacional que convocará a más de 30 millones de fieles en Roma, destacándose como uno de los mayores peregrinajes previstos en el mundo.