A casi tres décadas del brutal asesinato de JonBenét Ramsey, nuevas teorías y avances en tecnología de ADN reavivan la búsqueda del culpable. Este caso, que ha capturado la atención de Estados Unidos y el mundo, sigue siendo un misterio sin resolver que intriga a investigadores y ciudadanos por igual.
El asesinato de JonBenét, ocurrido en 1996, se ha convertido en uno de los episodios más escalofriantes de la historia criminal estadounidense. La niña de seis años fue hallada sin vida en el sótano de su hogar en Boulder, Colorado, horas después de que su madre reportara su desaparición. La situación se complicó aún más cuando se encontró una nota de rescate por $118,000 en las escaleras de la vivienda, lo que generó múltiples teorías sobre el motivo detrás del crimen.
El caso de JonBenét Ramsey pronto se convirtió en un tema de intenso debate mediático, situando a John y Patsy Ramsey en el foco de las sospechas. La policía los consideró como posibles responsables, influenciada por las circunstancias inusuales relacionadas con la carta de rescate y las irregularidades observadas en las etapas iniciales de la investigación.
En 2008, el fiscal del distrito absolvió a los Ramsey tras la aparición de nuevas pruebas de ADN que confirmaron que ni John ni Patsy tuvieron participación en la muerte de JonBenét. Sin embargo, la opinión pública continuó cuestionándolos durante mucho tiempo.
John afirmó que tanto él como Patsy cooperaron plenamente con las autoridades, entregando muestras de ADN, sangre y documentos personales, además de cualquier otra información solicitada. Sin embargo, a pesar de su disposición para colaborar, continuaron siendo considerados los principales sospechosos por un largo período. "Proporcionamos todo lo que nos pidieron: muestras de sangre, ADN, registros, cualquier cosa que necesitaran. Pero a pesar de eso, siguieron señalándonos como culpables", expresó John en el documental de Netflix Cold Case: Who Killed JonBenét Ramsey?.
La investigación del caso estuvo plagada de errores, siendo la contaminación de la escena del crimen uno de los más críticos. Después de que Patsy Ramsey realizara la llamada al 911 el 26 de diciembre de 1996, la casa se llenó rápidamente de amigos y conocidos de la familia, lo que afectó seriamente la preservación de las pruebas.
El detective retirado Bob Whitson señaló en el documental Cold Case: Who Killed JonBenét Ramsey? que no se controló adecuadamente el acceso a la escena del crimen, ya que inicialmente se asumió que se trataba de un secuestro real. Esta falta de restricción permitió que pruebas clave, como un trozo de cinta adhesiva que cubría la boca de JonBenét, fueran manipuladas, complicando el análisis forense.
En el documental de Netflix, un pediatra que trató a JonBenét antes de su fallecimiento desmintió las teorías sobre abuso sexual, afirmando que no existía evidencia de ello. "No hubo señales de abuso sexual ni emocional; JonBenét era una niña profundamente querida por su familia", aseguró.
Aunque John Ramsey y su familia fueron absueltos en 2008, el caso de JonBenét continúa sin resolverse. El jefe de policía de Boulder, Stephen Redfearn, admitió que la investigación inicial estuvo marcada por errores y, aunque las técnicas han evolucionado, no se han identificado nuevas pistas relevantes. "No podemos regresar a aquel trágico día de 1996, pero seguimos comprometidos con encontrar una solución a este caso", declaró en un video publicado en noviembre.