Con el paso del tiempo, el cuerpo pierde la vitalidad, y muchos nutrientes esenciales que alguna vez estuvieron en abundancia comienzan a escasear.
Entre estos nutrientes destaca una vitamina clave para los mayores de 60 años y que es fundamental para mantener los huesos fuertes, prevenir enfermedades neurodegenerativas y combatir los signos de envejecimiento.
En el 2018, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos desaconsejó el consumo diario de vitamina D y calcio para prevenir fracturas en mujeres premenopáusicas.
Sin embargo, seis años más tarde, los científicos realizaron nuevos estudios que destacan el papel de este nutriente en la salud ósea en adultos mayores.
A pesar de que, incluso en altas dosis, no se observaron beneficios significativos en la prevención de fracturas, la deficiencia de vitamina D puede tener severos problemas para la salud:
La vitamina D favorece la absorción de calcio en el intestino, siendo importante para fortalecer los huesos y los dientes, además de evitar enfermedades como cáncer, diabetes, hipertensión, osteoporosis y problemas cardíacos.
Además, sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras la convierten en una aliado ideal para la salud del sistema inmune, la función muscular y la actividad de las células cerebrales.
Entre sus beneficios más destacados se encuentran:
Hay tres formas de obtener vitamina D: a través del sol, la dieta y suplementos. Entre los alimentos ricos en esta vitamina se encuentra los pescados grasos, el hígado de vaca, los quesos y el huevo.
Sin embargo, la principal fuente de producción de esta vitamina es a partir de los rayos de sol, entre 5 y 15 minutos unas dos o tres veces por semana, dependiendo de la concentración de rayos UV.