En un movimiento que podría reconfigurar la industria automotriz global, los fabricantes japoneses Honda y Nissan anunciaron planes para fusionarse y formar el tercer mayor fabricante de automóviles del mundo por ventas.
Este acuerdo, que también involucra a Mitsubishi Motors, responde a la transición mundial hacia la electrificación y el abandono de los combustibles fósiles, una tendencia que ha dejado a las empresas japonesas rezagadas frente a sus competidores.
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Según informó CNN Español, el presidente de Honda, Toshihiro Mibe, explicó que las operaciones se integrarán bajo una sociedad holding conjunta, con Honda liderando inicialmente la administración. Según el plan, el acuerdo formal se firmará en junio de 2025 y la fusión estará completa en agosto de 2026. Sin embargo, Mibe advirtió que la implementación no está garantizada, subrayando la complejidad de las negociaciones en curso.
De concretarse, la fusión podría generar una compañía con un valor de mercado superior a los 50.000 millones de dólares, capaz de competir con gigantes como Toyota y Volkswagen. Aunque Toyota, con 11,5 millones de vehículos producidos en 2023, seguirá liderando el mercado japonés, la nueva alianza produciría alrededor de 8 millones de unidades, combinando la experiencia de Honda, Nissan y Mitsubishi en diferentes segmentos del mercado.
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La integración permitirá a las tres compañías compartir tecnologías para vehículos eléctricos y desarrollar conjuntamente software para conducción autónoma. Esto representa un paso clave para enfrentar los cambios disruptivos en la industria, donde la electrificación y la digitalización son esenciales para mantenerse competitivos.
La fusión también busca dar estabilidad a Nissan, que ha enfrentado graves problemas financieros y de gobernanza desde 2018, tras el escándalo que involucró a su expresidente Carlos Ghosn. Aunque la compañía ha realizado esfuerzos para mejorar su eficiencia y reducir costos, las dificultades persisten. Fitch Ratings rebajó recientemente la perspectiva crediticia de Nissan a “negativa”, señalando su baja rentabilidad y los recortes de precios en el mercado norteamericano.
Según CNN, Makoto Uchida, director ejecutivo de Nissan, destacó que la integración podría ofrecer un valor mayor a los clientes y mejorar la competitividad de la compañía. Sin embargo, también admitió la necesidad de una respuesta más rápida a los cambios globales y a los crecientes costos del mercado.
Honda, por su parte, podría aprovechar la experiencia de Nissan en tecnologías eléctricas e híbridas para fortalecer su cartera de productos. Según Sam Fiorani, analista de AutoForecast Solutions, Honda ganaría acceso a vehículos todoterreno de gran tamaño, una categoría en la que tiene presencia limitada. Además, la colaboración permitirá a Honda acelerar su desarrollo de vehículos eléctricos y adaptarse mejor a las demandas del mercado.
Sin embargo, mientras algunos ven esta unión como una estrategia necesaria para mantenerse relevantes, otros como Ghosn consideran el acuerdo una “medida desesperada”. Las acciones de ambas compañías han mostrado una respuesta positiva al anuncio, con incrementos significativos en sus cotizaciones en la Bolsa de Tokio.
La fusión refleja una tendencia global hacia la consolidación, impulsada por la necesidad de reducir costos y aumentar la escala en un mercado cada vez más competitivo. Yoshimasa Hayashi, secretario del Gabinete japonés, destacó la importancia de que las empresas automotrices del país se adapten a los cambios tecnológicos y mantengan su competitividad internacional.
A medida que los fabricantes japoneses buscan recuperar el tiempo perdido en la carrera por la electrificación, la alianza entre Honda, Nissan y Mitsubishi podría ser un catalizador clave para el futuro de la industria automotriz japonesa.
