La vicepresidenta de Ecuador, Verónica Abad, señaló este martes que el mandatario Daniel Noboa busca su "destierro" al designarla para una misión en Turquía en medio de la pugna que sostienen.
Enemistada con Noboa, Abad recuperó su cargo la víspera tras un fallo judicial que anuló una sanción administrativa del ministerio de Trabajo, que la había suspendido por cinco meses debido a un supuesto abandono de funciones.
Ante la sentencia, el gobierno le asignó a su vicepresidenta la única función de colaborar con las relaciones económicas de Ecuador con el gobierno de Turquía, a donde deberá presentarse máximo el 27 de diciembre.
La "disposición es un nuevo insulto a los ecuatorianos, buscando mi destierro a 'Turkie' de manera inmediata", escribió Abad en una carta difundida en la madrugada en su cuenta de X.
En la práctica, el fallo judicial que le permitió regresar al cargo deja a Abad habilitada para reemplazar a Noboa cuando este inicie su campaña electoral de cara a los comicios del próximo febrero, como manda la Constitución.
La sentencia de aplicación "inmediata" también ordena que la ministra de Trabajo, Ivonne Núñez, ofrezca disculpas públicas y el pago a la vicepresidenta de las remuneraciones que dejó de recibir por la sanción.
Luego de que se dictara el fallo, Abad se dirigió al despacho de la Vicepresidencia, pero se encontró con vallas y puertas cerradas. Entonces denunció que militares le impedían ingresar, por lo que presentó una denuncia ante la Fiscalía.
"He sobrevivido a infames persecuciones, he sido víctima de lo impensable, nada menos que de mi binomio", agregó Abad en su carta en referencia a Noboa, sin precisar si cumplirá la disposición presidencial.
Noboa y Abad, ambos empresarios y con poca experiencia política, fueron la sorpresa en los comicios anticipados del año pasado, pero mantienen una tirante relación que empeoró cuando el mandatario la nombró como embajadora en Israel.
En septiembre, ante una escalada del conflicto en Oriente Medio, Abad fue trasladada a Turquía por seguridad. La cartera de Trabajo argumentó, al suspenderla, que la funcionaria debía instalarse en Ankara hasta el 1 de septiembre, pero que llegó cinco días después.
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