Llega la Navidad y lo que en principio debería ser una época de paz y tranquilidad , se convierte en una olla a presión debida al cúmulo de sentimientos, emociones, prisas, estrés… y de salidas inoportunas en el momento menos conveniente. Los encuentros navideños, las comidas, cenas… donde se junta toda la familia con parientes con los que, a veces, no se tiene tan buena relación como se podía esperar, pueden dar lugar a discusiones o comentarios desagradables sobre los niños . Muchos padres temen estas fechas y quieren guardar el equilibrio emocional de los menores, sabedores de que son pequeños que no tienen las mismas herramientas para gestionar emocionalmente estas situaciones . Sonía Martínez Lomas, psicóloga especialista en inteligencia...
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