La empresa propiedad del Ayuntamiento de Madrid adjudicará el contrato sin concurso por tener el arquitecto francés la "exclusividad" del diseño en el recinto
Almeida riega con patrocinios millonarios eventos de golf, tenis o rugby
La actividad de contratación en el Ayuntamiento de Madrid no se detiene por Navidad. La empresa municipal de eventos, Madrid Destino, prepara la adjudicación del contrato para dar forma a un nuevo estadio en La Caja Mágica, al que el consistorio se comprometió para mantener el Madrid Open de Tenis hasta el año 2030.
El contrato abarca la redacción de los proyectos básicos y de ejecución de obras para la construcción de un nuevo estadio “semipermanente” en este recinto del sur de Usera, donde tiene su sede la competición tenística desde el año 2009. El Ayuntamiento prevé pagar al adjudicatario algo más de 1,1 millones de euros por este trabajo y lo hará a través del negociado sin publicidad, un procedimiento por el que elige a un proveedor sin concurso alguno.
Fuentes municipales indican que el Ayuntamiento volverá a contratar para el proyecto a Dominique Perrault, arquitecto que ya diseñó La Caja Mágica y que se adjudicó por idéntico procedimiento el anteproyecto del nuevo estadio hace dos años por 600.000 euros (impuestos no incluidos). El acuerdo de entonces fue firmado con la presencia de Almeida y el consistorio lo aprovechó para hacer oficial que el recinto sumaría una nueva pista con un aforo de unos 10.000 espectadores. Fuentes municipales indican que el procedimiento del contrato actual es de negociado sin publicidad por razones de “exclusividad” en el diseño de los elementos del recinto.
La nueva pista con público será construida después de una inversión aproximada de 18 millones de euros, que serán sufragados a medias por el Ayuntamiento de Madrid -a través de Madrid Destino- y de Madrid Trophy Promotion (MTP), la entidad privada que organiza el Open de Madrid de Tenis. Los costes previos a estas obras, el anteproyecto y los proyectos básicos y de obras, no están incluidos en este reparto y han sido asumidos al 100% por el Ayuntamiento.
El nuevo estadio en La Caja Mágica forma parte del compromiso del Gobierno de Almeida con MTP, firmado en el 2021 y que sirvió para asegurar el torneo en la capital hasta el año 2030. La previsión inicial era que estuviera disponible para el evento en 2025, pero no llegarán a tiempo. “El plan es tenerlo listo en 2026”, aseguró Gerard Tsobanian, delegado de la empresa, hace unos meses, extremo que también confirman en el Ayuntamiento. Los organizadores del evento aseguran que es necesario otra pista más que se una a las tres actuales, con capacidad para 12.500, 2.900 y 1.900 asientos.
La empresa MTP es actualmente la principal beneficiaria de las ayudas al deporte del Ayuntamiento de Madrid. En 2024 recibió 9,6 millones procedentes del patrocinio del open de tenis y otros 3 millones de euros para el Open de España del Golf, que también organiza en otra instalación municipal, el Club de Campo Villa de Madrid. Ambos eventos son dos más mimados por el Gobierno de Almeida, dentro de una política de subvenciones en las que dedica una cantidad sensiblemente inferior al deporte base.
El Ayuntamiento de Madrid eligió a Perrault para el anteproyecto pese a los importantes sobrecostes que generó su primer trabajo para el consistorio en este recinto. Según un informe del área de Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, el arquitecto francés calculó en el proyecto de ejecución de la obra principal que el coste sería de 141 millones de euros, y la licitación de los trabajos se acabó adjudicando a FCC por 85 millones.
“El proyecto sufrió constantes cambios: se produjo un aumento de 35,8 millones, se encadenaron hasta tres expedientes de reclamación y se realizaron obras complementarias en la cubierta, gradas, control de accesos y aparcamientos. El importe total de la obra ascendió a 206 millones de euros, más del doble de su precio de adjudicación”, asegura el informe municipal redactado durante la alcaldía de Manuela Carmena.
La Caja Mágica formaba parte del proyecto olímpico con el que Gallardón quería atraer los Juegos a Madrid. Su construcción comenzó en el año 2004 y sufrió numerosos vaivenes, entre ellos una demanda de la empresa contratista contra Madridec por más de 32 millones de euros por la exigencia de sobrecostes. Finalmente, el actual equipo de gobierno llegó a un acuerdo de transacción, por el que se ponía fin a la liquidación de los sobrecostes derivados de la construcción del complejo deportivo Caja Mágica con el pago de 6,4 millones de euros, que se sumaron a los 206 millones de euros del coste total de la construcción del complejo. “En resumen, licitación por 85 millones de euros y coste final superior a los 212 millones de euros, un 150% de sobrecoste”, concluía el informe.
